Cabo San Lucas, Baja California Sur. El movimiento “Abre mi escuela” es un grupo de padres de familia y especialistas en salud que abogan por una reapertura segura de las escuelas para un regreso a clases presenciales el próximo 30 de agosto, tal como lo ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, la reapertura de las escuelas recae en las autoridades estatales, y en el caso de Baja California Sur (BCS) han dicho que el regreso no sucederá hasta que se alcance el semáforo verde.

Es por ello que a nivel nacional, San José del Cabo (SJC) incluido, se organiza una movilización de padres de familia que tendrá lugar el domingo 8 de agosto en la Plaza Mijares, para exigir de manera pacífica que la educación se considere una actividad esencial y no deje de operar aún en semáforo rojo, pues, de acuerdo con estudios, los efectos psicológicos y académicos del cierre de escuelas, desde hace 15 meses, pueden tardar muchos años en ser resueltos.  

“Estamos seguros que los semáforos y los niveles de contagio no deben de regir la apertura o el cierre de las escuelas, si no la exigencia del cumplimiento de los protocolos y un aforo correcto, siempre con las escuelas. Tenemos que darle prioridad a nuestros niños y jóvenes, por lo tanto, hacemos un llamado a la ciudadanía de apoyarnos en nuestra exigencia de abrir las escuelas para este ciclo escolar que oficialmente empieza el 30 de agosto”, expresó Sergio Palaú de la Garza, representante de “Abre mi escuela”, y explicó que están conscientes de que hay muchas familias que no están preparadas para que sus hijos vuelvan a la escuela, pr lo que ofrecen la alternativa de que sea opcional el regreso.

“En conclusión, estamos solicitando que la educación sea considerada una actividad esencial y que sea lo último que cierra y lo primero que abre”, añadió el representante del movimiento a través de una conferencia de prensa virtual.  

“Abre mi escuela” pidió a López Obrador que el discurso que ha dicho sobre el regreso a clases se convierta en realidad y exija a los gobiernos de los estados tomen medidas para reabrir las aulas, mientras que, a los gobiernos en transición, como el de BCS, que hagan la labor que les corresponde y garanticen la educación hasta el último día de su gestión, sin deslindarse del problema sólo porque ya se van.