• Alrededor de 25% no le gusta su piso, techo, cocina, sala, cantidad de cuartos, baños y acabados, según datos del Inegi
CIUDAD DE MÉXICO.-De acuerdo con el texto constitucional, en México,
toda familia tiene derecho a una vivienda digna y decorosa. Sin embargo, los
indicadores de la Encuesta Nacional de Vivienda (Envi), presentada el
23-08-2021 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
muestran que estamos muy lejos de hacer realidad ese derecho constitucional.
Amplia insatisfacción
De acuerdo con la Envi, en el país hay un 24.6% de la población que se
dice muy insatisfecha o algo insatisfecha con la calidad del piso de la
vivienda donde habita y un porcentaje de 24.27% señala que lo está respecto de
la calidad de los muros y techos; el 36.23% señala lo mismo respecto de la
pintura, los recubrimientos y otros acabados; el 11.35% lo señala respecto de
la iluminación natural; el 10.3% lo está respecto de la ventilación natural;
mientras que un 15.9% se muestra insatisfecho respecto de la protección contra
la lluvia, frío, calor o viento que les ofrecen sus viviendas.
De igual forma, hay un 20.4% de las y los habitantes de las viviendas
que se dicen poco o nada satisfechos con la cantidad de cuartos de que disponen
para dormir, el 23.55% señala lo mismo respecto de los baños de sus viviendas;
el 28.17% lo está respecto de su cocina; el 34.34% lo está respecto de la
sala-comedor; mientras que el 26.67% se dice igualmente insatisfecho respecto
del patio de la vivienda en que residen.
Viviendo a la distancia
De acuerdo con el Inegi, el 23.8% de la población nacional se dice poco
o nada satisfecho con la distancia y tiempo a la que se encuentran de sus
trabajos (prácticamente uno de cada cuatro); el 16.8% señala lo mismo respecto
de los centros escolares; el 28.2% lo señala respecto de los centros de salud;
el 29.2% lo declara respecto de los mercados o centros comerciales; el 32.7%
piensa lo mismo respecto de parques o espacios deportivos; mientras que el
51.6% lo declara respecto de los centros de recreación o instalaciones
culturales.
El reto de la inclusión
Los datos de la Envi muestran que el 16.9% de las viviendas del país
requieren adaptaciones para garantizar una movilidad y habitabilidad mínima
para personas con alguna discapacidad.
Entre ellas, el 12.9% (4.5 millones de viviendas) requieren la
instalación de pasamanos; 12.3% (4.3 millones) requieren la adaptación de los
baños; 9.9% (3.4 millones) necesitan la ampliación de puertas; mientras que el
12.8% (4.5 millones) necesitan de la construcción de rampas de acceso y
movilidad.
Entornos agresivos
De acuerdo con el Inegi, los entornos de las viviendas son
mayoritariamente hostiles a sus habitantes, pues del total de las que están
habitadas en el país, en el 58.4% se percibe la falta de rampas para personas
con discapacidad en las calles y entornos que les rodean; el 39% percibe mucho
o algo de ruido por vecinos o del exterior; el 48% declara que hay mucha o algo
de basura tirada en las calles; el 18% identifica que hay contaminación por
fábricas o construcciones; el 23.8% percibe deterioro por abandono de viviendas
o espacios públicos; el 31% señala que hay vandalismo, grafitis o pintas;
mientras que el 44% percibe constantes robos.
Por su parte, el Coneval estima que 11.8 millones de personas son
vulnerables por carencia de calidad de espacios de sus viviendas, y que 22.7
millones lo son por carencia de acceso a servicios en sus casas.