• La deportista Sudcaliforniana manifestó sentirse feliz de estar de regreso en casa después de vivir esta importante experiencia, que significó además de su debut olímpico, el sexto lugar a nivel mundial, resultado que le sabe a oro y que le deja la espina clavada para ir a Paris 2024 en busca de la medalla de oro.
La Paz, Baja California Sur.- Emotivo
recibimiento le dieron familiares y amigos a la clavadista olímpica en Tokio
2020, Aranza Vázquez Montaño a su llegada al aeropuerto general Manuel Márquez
de León de esta ciudad capital, al que se unió el director general del
Instituto Sudcaliforniano del Deporte, Javier Solís Hernández, felicitando a la
atleta por su desempeño, poniendo en alto el nombre de Baja California Sur.
En sus primeras impresiones la
deportista manifestó sentirse feliz de estar de regreso en casa después de
vivir esta importante experiencia, que significó además de su debut olímpico,
el sexto lugar a nivel mundial, resultado que le sabe a oro y que le deja la
espina clavada para ir a Paris 2024 en busca de la medalla de oro.
“Fue algo grandioso por lo que
trabajé hace mucho tiempo, sentí como si hubiera estado en el podio, aunque me
falte hacerlo físicamente y para ello, voy a seguir esforzándome, tomaré unos
días de descanso para disfrutar a mi familia aquí en La Paz, para luego retomar
mi escuela en Estados Unidos y también los entrenamientos”.
“Vienen competencias muy
importantes el año próximo, ya clasifiqué a las series mundiales, pero también
están los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, así que es un ciclo muy
corto de tres años, pero se que puedo lograrlo, aunque para ello debo
sacrificar muchas cosas”, dijo Vázquez Montaño.
La deportista comentó que
“Baja California Sur tiene un gran potencial en los clavados, es uno de los
deportes que más medallas le da al estado en las competencias nacionales y
también en Juegos Olímpicos, creo que en Paris podemos aumentar la cantidad de
clavadistas, es más, mi hermano Rodolfo y yo vamos a estar allí” señaló
sonriendo.
Aranza Vázquez se fundió en un
fuerte abrazo con su madre Inés Montaño, quien junto con otros familiares la
recibieron con flores, globos y una pancarta que decía “Bienvenida Aranza”, escuchándose
porras y gritos de apoyo a la deportista que hace unos días hizo vibrar a Baja
California Sur y a México con su actuación en Tokio 2020.