• La leyenda del boxeo habló de su relación con sus herederos; reconoció que la relación está rota, además de que ha sido difícil 'internarlos'.
Ciudad de Mexico.- Hace un
par de meses Julio César Chávez subió al cuadrilátero por última vez para
disputar un combate de exhibición y lo hizo acompañado en los últimos instantes
por Saúl Álvarez, acción que terminaría costándole caro al Gran Campeón Mexicano.
El César del Boxeo se refirió más
propiamente a la relación que ha llevado con sus herederos mayores, Omar y
Julio César Chávez Carrasco, debido a lo que tuvieron que pasar cuando este
estaba sumido en las adicciones y excesos.
“Es un poco triste, siempre ha sido
complicada la vida con mis hijos por las comparaciones que hay siempre, sobre
todo en el boxeo y después de ver a su padre caer a lo más bajo, ver cómo hizo
sufrir a su madre, seguir los pasos de su padre… Ha sido muy difícil esa relación
de mis hijos”, apuntó.
Canelo, 'responsable' del
distanciamento'
De acuerdo a Chávez González, el haber
permitido que Canelo Álvarez lo acompañara en el encordado en su última función
(en la que peleó ante Héctor Camacho Jr.) provocó que sus vástagos dejaran de
hablarle.
“Yo los adoro y los quiero mucho, pero
ahorita no me hablan, están enojados porque subí al Canelo (al ring) ahora que
hice la exhibición, porque el Canelo subió al ring conmigo, que porque no
subieron ellos. El muchacho estaba bien alegre y yo lo subí porque me nació,
les dije que ellos ya han subido y se enojaron conmigo y no me hablan”, añadió.
Duros momentos
Julio César Chávez abrió su corazón y
también confesó que uno de los momentos más complicados que ha tenido que
enfrentar es el ingresar a sus hijos a su clínica de rehabilitación.
“Ha sido duro porque yo a veces he
tenido que internar a mis hijos y eso como padre duele mucho, pero yo pienso
que todo va a salir bien pronto”, sentenció.