• Peligro en tercera ola. Algunas entidades no aplican restricciones acordes al nivel de alerta epidemiológica en el que están, sobre todo en aforos permitidos
CIUDAD DE MÉXICO.-En plena tercera ola, los estados han relajado las
medidas que deberían aplicar ante el color del semáforo de riesgo covid en el
que se encuentran.
De acuerdo con un recuento, al menos 18 entidades son más laxas para
mitigar contagios de covid-19 respecto a lo que dicta la Secretaría de Salud
federal, sobre todo en aforos máximos para hoteles, restaurantes, playas,
centros comerciales y otros.
Jalisco, por ejemplo, está en rojo y debería limitar los aforos en
espacios públicos a 30%, pero deja que los restaurantes operen al 50% y no
tiene restricciones en sus playas.
Querétaro está en naranja y debería reducir la movilidad, pero permite
centros nocturnos al 50% de ocupación y hoteles al 75 por ciento.
Por ahora, la CDMX es la única entidad que dice estar en un nivel de
riesgo menor (naranja) al que le dicta el semáforo federal (rojo), lo que avaló
el presidente López Obrador.
Estados usan semáforo a modo; existen
discrepancias
Pese a que autoridades federales han delineado un
protocolo dependiendo de si se está en rojo, naranja, amarillo o verde, las
entidades lo adaptan a sus propias necesidades o para proteger ciertas
actividades.
Al menos 18 estados aplican medidas propias que van en contra del
semáforo epidemiológico de covid-19 o que están al límite del que da a conocer
cada 2 semanas la Secretaría de Salud federal (Ssa).
De acuerdo con un recuento de Excélsior, algunas entidades son más laxas en ciertas medidas
respecto de lo que dice el semáforo federal en cuanto a ocupación de hoteles,
restaurantes, playas, centros comerciales, movilidad, eventos masivos,
etcétera.
Entre estas entidades que no van en consonancia con lo que dice el
gobierno federal en su semáforo están la Ciudad de México, Jalisco, Sinaloa,
Hidalgo, Michoacán, Guerrero, Sonora, Tamaulipas, Coahuila y
Querétaro.
El pasado viernes, la Ssa dijo que la Ciudad de México pasaba a semáforo
rojo, pero la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, manifestó que todavía
estaban en naranja porque la capital del país estaba estabilizando los casos y
que no se cerrarían actividades.
Según el semáforo epidemiológico vigente, en caso de aforo de espacios
en verde se puede estar entre 75% y 100%, en amarillo entre 50% y 75%, en
naranja entre 30% y 50% y en rojo en menos de 30 por ciento.
En movilidad, en naranja se reduce la movilidad urbana y en rojo la
autoridad llama a quedarse en casa.
En actividades esenciales hay una operación habitual en verde y
amarillo, 75% en naranja y 50% en rojo.
En ese sentido, en rojo en la capital del país están los aforos
para establecimientos comerciales y oficinas a 60% de capacidad. No hay
restricciones a la movilidad y sólo cierran antros y bares.
En Jalisco, pese al semáforo rojo, los restaurantes pueden operar al 50%
de su capacidad, en las playas no hay medidas restrictivas y sólo a los
cruceristas que bajan en Puerto Vallarta se les está pidiendo pasaporte
covid-19.
En Guerrero, en 2020 fueron cerradas las actividades no esenciales
en los sectores públicos y privados, se estableció como obligatorio el
uso de cubrebocas y se recomendó, en la medida de lo posible, el uso de careta
en lugares públicos.
En el caso de los restaurantes sólo se permitía vender comida para
llevar. Fueron cerradas las actividades religiosas, las unidades deportivas,
las plazas cívicas, jardines y parques, gimnasios y barberías, además de los
cines, teatros, museos y auditorios.
Mientras que en agosto del 2021, a pesar del semáforo rojo, en las
playas se permite un aforo de 40% con un horario de las 07:00 a las 18:00
horas, se prohibió acampar en la playa. En los hoteles se podrá tener aforos
del 40%, los restaurantes podrán recibir hasta 50% de aforo. Además, se
suspenden totalmente toda actividad en antros, bares, cantinas, cantares y
discotecas.
Tamaulipas está en naranja, pero sus principales centros turísticos en
rojo como Altamira, Madero y Aldama, donde las playas están abiertas y sólo se
monitorea a paseantes.
En los hoteles, el cupo en los espacios lúdicos es al 65%, en
restaurantes al 60% y albercas por horario.
Querétaro también tiene su propios criterios, pues pese a estar en
naranja el Comité Técnico de Salud informó que el estado se mantendrá en
Escenario A. Todas las actividades, esenciales y no esenciales están
permitidas, desde centros nocturnos (con 50% de ocupación), eventos masivos y
recreativos (de hasta 200 personas), hoteles y moteles a 75%, centros
comerciales al 60%, gimnasios al 75% e incluso los estadios de futbol pueden
recibir afición, hasta 30% de su ocupación.
A pesar que dos de los tres destinos de playa más visitados de Sonora
están en color rojo de riesgo máximo, de acuerdo con el Mapa Sonora Anticipa,
los turistas continúan llegando a estos destinos a vacacionar con pocas o nulas
restricciones por parte de las autoridades, a diferencia del verano pasado
cuando todos los balnearios fueron clausurados.
Coahuila es otro estado que difiere del semáforo federal; en amarillo,
restaurantes, bares, comercio organizado, plazas comerciales operan al 100%,
mientras que los hoteles, mercados al aire libre y salones de eventos, al
75% museos, galerías, panteones y ceremonias religiosas al 50% y eventos
infantiles al 60 por ciento.
Actualmente, en Hidalgo, el semáforo sanitario se encuentra en color
naranja, lo que restringe la operación de antros y centros nocturnos,
mientras que establecimientos como gimnasios, clubes deportivos, bares,
billares y boliches operan al 60% como máximo, cuando la recomendación es de
máximo 50 por ciento.
En Sinaloa, a pesar de estar en semáforo epidemiológico rojo, las
restricciones sanitarias han sido menos estrictas que al inicio de la pandemia
por covid-19, ahora las nuevas medidas son tomadas por los ayuntamientos.
Las mayores restricciones se tomaron en los municipios de Culiacán,
Ahome y Mazatlán.
Por ser un destino turístico, Mazatlán decidió no cerrar las playas en
esta temporada vacacional, pero implementó un semáforo para saber el aforo en
cada una de ellas y así controlar el ingreso de los vacacionistas, manteniendo
un aforo máximo del 50 por ciento.
Mientras que, en plazas comerciales, restaurantes, centros nocturnos y
bares, es necesario el certificado covid para poder ingresar, y esta medida
también aplica para los turistas.
Quienes no tengan un certificado pueden presentar su hoja de vacunación
o una prueba negativa al virus, no mayor a 15 días, y una credencial oficial
para verificar su identidad.
A pesar del semáforo rojo, la ocupación hotelera se ha mantenido
alrededor del 70 por ciento.
Los municipios también juegan su rol, pues ante el semáforo rojo en
Michoacán, el ayuntamiento de Lázaro Cárdenas no ha cerrado las playas ni
hoteles, sólo se ha limitado a informar a los comercios que mantenga la
afluencia del 50% y las medidas de sanidad dictadas en los protocolos de
seguridad.
Al menos 4 entidades son
más precavidas
Hay otras entidades que exageran en las medidas que tienen respecto al
semáforo federal. Por ejemplo, Campeche está en amarillo, pero todas sus playas
están cerradas al turismo y los aforos en establecimientos son de 50 por
ciento.
En Tabasco, con semáforo en amarillo, la tercera ola llevó a las
autoridades estatales a endurecer las medidas restrictivas para disminuir la
movilidad en el estado.
Entre los nuevos ordenamientos se establece que a partir de las 11 de la
noche nadie podrá andar en las calles de la ciudad de Villahermosa o será
reconvenido por las autoridades, además permanecerán plazas comerciales
cerradas los domingos y estará prohibido el uso de salones de fiestas.
En Puebla, desde el mes pasado, el gobierno local endureció las medidas
contra covid; los espacios públicos podrán estar a 50% de su capacidad y las
actividades culturales, teatros y eventos sociales y comercios al 30 por
ciento.
En Oaxaca, con semáforo en naranja, da un margen de ocupación hotelera
de 20% y de 40% de aforo máximo para el caso de restaurantes.
Pero los municipios donde hay playas de plano decidieron no abrirlas;
así que los centros turísticos de Bahías de Huatulco, Zipolite, Puerto
Ángel, Puerto Escondido y Playa Zicatela, entre otras playas de renombre
internacional, no abrirán hasta que acabe este mes.
Algunos están al límite
Quintana Roo, en semáforo naranja, está al límite de lo permitido pues
acepta la apertura al 50% de hoteles, restaurantes, sitios históricos, parques
temáticos, campos de golf y servicios turísticos. Congresos, convenciones y
exposiciones en espacios cerrados abren al 30 por ciento.
En lo que a playas se refiere, en Cancún, el destino turístico más
representativo a nivel internacional se mantiene filtros de entrada y salida
para cuidar la salud de locales y turistas. Al ingresar a los arenales toda
persona debe portar cubrebocas, aplicarse gel antibacterial e ingresar sin
bebidas alcohólicas.
Otra entidad que está al límite de lo permitido es Zacatecas, que
permite aforo de 50% en mercados y supermercados, bares y centros, museos y
recorridos turísticos.
Con naranja, Durango también está al límite con aforos de 50% en
espacios públicos, plazas y zonas cerradas, al igual que restaurantes y
cafeterías, bares, guarderías, estancias infantiles, eventos deportivos, al 50%
y quedan prohibidos los eventos masivos como ferias, fiestas patronales,
bailes, charrería, carreras de caballos y eventos similares.
Durante el semáforo naranja en el Estado de México la mayoría de las
actividades están permitidas pero sólo con un aforo del 50%, mientras que
bares, cantinas y salones de baile cerraron.