La Paz, Baja California Sur. Las escuelas privadas que sí cuentan con protocolos necesarios para evitar el contagio están siendo certificadas por la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios, pero su titular, Bianca Pulido Medrano, llamó a los padres de familia a sumarse a la evaluación individual de los riesgos que representa la presencia de los niños en las aulas.

En entrevista para los medios de comunicación, Pulido Medrano afirmó que de las 48 escuelas privadas que habían solicitado una certificación por parte de la comisión a su cargo, el 98 por ciento recibió un documento expedido para tal fin.

“De 50 escuelas que han buscado la certificación, el 98%  cumple con los lineamientos”, afirmó la funcionaria estatal, quien añadió que los protocolos de algunas instituciones educativas a veces son tan estrictos que “a veces se pasan”.

Luego de que el Comité Estatal de Seguridad en Salud declaró como actividad esencial la educación en el estado, las escuelas en el estado deben estar ofreciendo clases presenciales de contar con una aprobación. Las escuelas que consiguen certificaciones sanitarias podrían lograr iniciar clases presenciales antes del 12 de septiembre.

De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, 216 planteles particulares en el estado se encuentran actualmente ofreciendo alguno de los niveles de educación. En cada escuela, tanto públicas como particulares, se realizará una valoración diagnóstica, se establecerá un periodo extraordinario de recuperación y se generará un plan de atención en aquellos casos que resulte necesario.

Padres y madres de familia o tutores, sí como educandos mayores de edad, deberán anotar su nombre y firmar una carta responsiva y entregarla a las autoridades de la escuela del nivel que corresponda, en donde se indique que no presentan ningún síntoma relacionado con el virus SARS-CoV2.

Se deben acatar las 9 intervenciones sanitarias que ya se han presentado: Comités Participativos de Salud Escolar, acceso a agua y jabón, cuidado de maestras y maestros en grupos de riesgo, cubrebocas o pañuelo obligatorio, condiciones para la sana distancia, maximizar espacios abiertos, la suspensión de cualquier tipo de ceremonias o reuniones, la detección temprana de casos y la capacidad de ofrecer apoyo social y emocional a los alumnos y al personal.