• También influye el aumento del contacto con especies silvestres. Más de 60 por ciento de las enfermedades infecciosas provienen de animales, revela documento de la Conanp.
Ciudad de México. Más de 60
por ciento de aproximadamente 400 enfermedades infecciosas emergentes
identificadas desde 1940, son zoonóticas, es decir provienen de especies
animales, y han causado millones de muertes en el mundo. Y a pesar de que cada
día es más fuerte el conocimiento sobre la estrecha relación entre el buen
estado de salud de los ecosistemas y el de la humanidad, ha sido poco escuchado
el mensaje de establecer cambios estructurales en las políticas públicas que
reduzcan el impacto en la diversidad biológica.
Esto señala el
documento SARS-CoV-2 Pandemia por coronavirus y la nueva normalidad ambiental
elaborado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Refiere que de manera natural y por la distribución de hospederos potenciales,
las pandemias han surgido en países de Europa y América del Norte, aunque los
brotes de nuevas enfermedades han crecido en todo el planeta.
Añade que esto
puede deberse a la sobrepoblación, el contacto cada vez mayor con especies
silvestres, como ratones, murciélagos y las aglomeraciones de fauna en mercados
no regulados. Considera que comprender los mecanismos ecológicos y evolutivos
de los virus, la ecología de las enfermedades, así como el efecto que las
actividades humanas tienen sobre éstos es fundamental para contener esta y
otras pandemias en el futuro.
Debido a la
desigualdad social, en todo el mundo hay centros de población con altos grados
de marginación y pobreza, lo cual podría relacionarse con la aparición de
epidemias locales o regionales, y es en estos sitios donde para la subsistencia
crece el contacto entre animales silvestres, animales domésticos y el humano,
explica.
La fauna no es el problema
“La fauna no es el
problema, la razón que causa el desequilibrio ecológico está relacionada con el
impacto negativo de las actividades antropogénicas a los ecosistemas. Por
ejemplo, culpar a los murciélagos y a otras especies es de poca utilidad sólo
sirve para camuflar las razones subyacentes de la próxima emergencia de salud
mundial”, indica.
Las “enfermedades
zoonóticas deberían ser un tema clave a considerar por las agencias de salud
humana, de salud animal, de medio ambiente, así como por las autoridades
agrícolas y productores. Destinar inversiones a estas agencias y grupos es
fundamental para que de manera coordinada reduzcan el impacto de enfermedades
en la humanidad”.
Refiere que los gobiernos necesitan recursos para la
prevención y el control de enfermedades con el fin de evitar y controlar alguna
otra enfermedad emergente, “que sin duda