• Eliminarán 24 programas y crearán 22. Los sustitutos de los desaparecidos Fonden, Fonca, Fidecine y Foprocine operarán a partir de 2022, bajo nuevas reglas
CIUDAD DE MÉXICO.-Los programas que sustituirán a los desaparecidos
Fonden, Fonca, Fidecine y Foprocine podrán comenzar a operar a partir de 2022.
La Secretaría de Hacienda informó al Congreso de la Unión que estos
programas irán directo a los afectados por desastres naturales, sin
intermediarios y con ayuda de las Fuerzas Armadas, y a la comunidad cultural a
través de subsidios directos.
De acuerdo con la dependencia federal, el próximo año habrá 868
programas presupuestales, dos menos que este año, pero desaparecerán 24 y se
crearán 22 en diferentes áreas, precisó.
Uno de ellos es el Programa para la Atención de Emergencias por Amenazas
Naturales, relevo del Fonden y cuyo dinero provendrá del Ramo 36 Seguridad y
Protección Ciudadana. Los recursos de este programa ya no serán entregados a
los gobernadores, sino a los ciudadanos.
También se crea uno denominado Estímulos para la Creación Artística, que
sustituye al Fonca, para otorgar “reconocimientos a las trayectorias y apoyo al
desarrollo de proyectos culturales”.
Con otros nombres, reviven fideicomisos
Recursos irán directo a los afectados con ayuda de
las Fuerzas Armadas; para la comunidad cultural serán subsidios directos.
La Secretaría de Hacienda informó al Congreso de la Unión que ya
están listos los programas que sustituirán a los desaparecidos Fonden, Fonca, Fidecine
y Foprocine, a fin de que comiencen a operar a partir de 2022 y que irán
directo a los afectados por desastres naturales, sin intermediarios, con ayuda
de las Fuerzas Armadas, y a la comunidad cultural, vía subsidios directos.
En 2022, dice Hacienda, habrá en total 868 programas presupuestales, lo
que implica dos menos que en este año, pero precisa que desaparecerán 24
programas y se crean 22 en diferentes áreas.
La dependencia precisó que se crea el Programa para la Atención de
Emergencias por Amenazas Naturales, cuyo dinero provendrá del Ramo 36,
Seguridad y Protección Ciudadana, y ya no será entregado a los gobernadores,
sino a los ciudadanos.
Se crea “en virtud de la extinción del Fondo de Desastres Naturales
(Fonden), con el fin de gestionar los recursos presupuestarios para la atención
de declaratorias de emergencia de las entidades federativas que han sido
rebasadas en su capacidad operativa y financiera por amenazas naturales”.
Dice que el nuevo modelo “permitirá, entre otras ventajas, que los
insumos sean entregados a la población afectada sin intermediarios, contando
con el apoyo de las Fuerzas Armadas, así como agilizar el proceso
administrativo de pago a proveedores, que estará a cargo de la Secretaría de
Seguridad y Protección Ciudadana”.
También se crea Estímulos para la Creación Artística, para
“reconocimientos a las trayectorias y apoyo al desarrollo de proyectos
culturales, en sustitución del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
(Fonca), con el fin de apoyar a que la comunidad artística nacional no enfrente
limitaciones para el ejercicio creativo en las etapas de incursión, desarrollo
de proyectos, profesionalización y consolidación de trayectorias artísticas,
así como impulsar la educación y la investigación artística y cultural”.
De igual forma, nace Fomento al Cine Mexicano, “con el fin de ejecutar
las labores de apoyo a la cinematografía nacional anteriormente realizadas a
través del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE) y Fondo para la
Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine)”.
Precisa que “tiene como objetivo el otorgamiento de recursos para el
impulso de proyectos cinematográficos, a fin de fomentar y promover el cine
mexicano de calidad, diverso, plural, incluyente, con igualdad de género y
accesible para toda la población, a través de subsidios económicos; conservar
las expresiones culturales del patrimonio inmaterial del país”.
“Alentar la construcción y conservación de los
acervos a través de la restauración, creación de catálogos, bases de datos,
guías, entre otros, para la reconstrucción y reapropiación de nuestras
identidades o historias visuales; crear y aprovechar la infraestructura
cultural, y promover el desarrollo, el acceso e integración artísticos y
cultural de los pueblos y comunidades indígenas, a través del arte y la
cinematografía en general”.