• El cuentista, novelista, ilustrador y diseñador recibe un reconocimiento por la Fenal de León; se compromete a continuar con el impulso de la lectura en México
CIUDAD DE MÉXICO. Nervioso, con cubrebocas y con voz suave y
entrecortada, Bernardo Fernández, Bef, tomó su reconocimiento y un
ramo de flores en la edición
32 de la Feria Nacional del Libro (Fenal) de León, Guanajuato. “¿Un premio a mí?”, dijo previo a reflexionar si
merecía, o no, la distinción por su compromiso con las letras. Triunfó la
“tozudez de mula” y la “necedad”.
En la Redondel de la Plaza de Gallos aprovechó la oportunidad para leer
un breve relato llamado Los dos Isaac (sobre Asimov y Newton),
con el que dejó de manifiesto que así como al papá del escritor ruso, la
persistencia lo había llevado a tener un reconocimiento, por lo que "si es
tozudez de mula no es un compromiso no sé qué lo sea".
“Esa persistencia de gotera, esa
necedad, me ha permitido alcanzar lo que para un chico de Jardín Balbuena, en
los años 80, era sólo un sueño: vivir de imaginar cosas, y cuando tengo muy
buena suerte, de dibujarlas”, expresó.
Pero, ¿el reconocimiento de la Fenal es triunfo de esa persistencia y
necedad? Bef, autor de obras como Ojos de lagarto,
Monorama, Habla María. Una novela gráfica sobre el autismo, Escenarios para el
final del mundo, aceptó que si bien no es el mejor ilustrador o
escritor, la dedicación al arte lo ha llevado hasta a este punto.
“Soy muy consciente de que mi gran fortaleza ha sido la disciplina, no
me atrevería a colocarme entre el grupo de los talentosos o de los más
talentosos, pero sí de los muy disciplinados, soy muy persistente”, aclaró
a Excélsior Digital.
Desde su reflexión, en su infancia nunca fue objeto de grandes
distinciones, tampoco fue un buen estudiante; por eso, el “gordito tímido al
que le gustaban los cómics” fue el primer sorprendido por este reconocimiento a
sus letras y trazos, mismo que ahora celebra gozoso con sus hijas María y
Sofía.
Un reconocimiento como éste, que también han recibido Juan Villoro,
Amparo Dávila, Margo Glantz, entre otros autores, llena de orgullo
a Bef porque consideró que ello es parte de que los lectores
lo han arropado y le guardado un espacio en sus libreros y corazones.
Así, aseguró que continuará impulsando la lectura en medio de la
pandemia por Covid-19 y en un país, cuyo promedio de lectura es de 3.7 libros
al año, 0.1 más que en 2020, de acuerdo con el más reciente informe del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“Que me hayan hecho un espacio
entre sus lecturas es un privilegio del que gozamos muy pocos autores en un
país en el que además, aparentemente, se lee poco; ¡sí es un privilegio!”,
Me anima (el reconocimiento) a hacer que los
espacios crezcan, que la gente que lee sea cada día más, que los que ya leen,
lean más de lo que leen. Lo veo como un estímulo a no aflojar en esta que
pareciera ser una guerra perdida de antemano y que justo por eso vale la pena
lucharla”, expresó.
El cuentista, novelista e ilustrador reflexionó sobre el “compromiso con
las letras” por el que la Fenal lo reconoció y aunque dijo que eso es algo que
no se puede medir, sí aclaró que con el tiempo se muestra con la recepción de
los lectores al trabajo artístico.
“Supongo que si todos los días te sientas, quizás más allá de las
letras, porque también estoy en los trazos, a crear algo, creo que tienes un
compromiso creativo contigo y con los lectores. Es algo imposible de medir,
pero que, sin duda, sí puedes ver los resultados y 30 años después tengo un
resultado favorable”, aseguró Bef, quien hoy celebrará este logro y
mañana continuará con su labor en las letras y los dibujos como su compromiso
con él, la cultura y los lectores.