• Cobran por pasar, ofrecen viajes por vía marítima y hasta rentan playas privadas, aprovechando las restricciones de acceso del Comité Municipal de Protección Civil.
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La Paz, Baja California Sur. A tres semanas de que fue decretado el cierre total de las playas de La Paz, emprendedores con agallas buscan hacer su agosto en julio ofreciendo distintos mecanismos para acceder a los paradisiacos balnearios: que son de todos. Las playas están abiertas, para el que las pague.
Y es que, por orden del gobierno municipal, las playas de La Paz están cerradas para evitar contagios de Covid-19, sin embargo, una empresa puede llenar de turistas sus embarcaciones en el malecón de La Paz y llevarlos a Isla Espíritu Santo. “¿Cuántos van a ir?”, dijo acercándose un prestador de servicios turísticos, quien reunió a las personas para la próxima salida. El empresario ofreció sus servicios en las playas locales por 1,200 pesos por persona, con alimentos y diversión garantizada. Todo ello sin que la autoridad municipal que resguarda de forma pedestre y celosa las playas pueda hacer algo al respecto. El Comité Municipal de Protección Civil decidió no sesionar esta semana, luego de que desde inicios de julio decretó el cierre total de las playas.
La medida aún parece ir contra toda intuición para los paceños.
“Íbamos rumbo a Calerita y, en el retén que está a la altura de Balandra, una oficial nos informó amablemente que sí podemos pasar, pero ir al restaurante. Nos advirtió que no podemos entrar al mar ni ir a la playa, que si iban y nos encontraban en la playa nos decomisarían el auto”, relata en redes sociales una joven. “Belleza de normas anticovid, puedes estar en un restaurante con muchas personas, pero no en la playa”, opinó.
“Los gobiernos locales están aprovechándose de la pandemia para privatizar la playa”, soltó otra ciudadana también en redes sociales.
Y de alguna manera esto es cierto, pues “si puedes pagar un viaje a la isla sí puedes gozar de la playa y el mar”, como recomendó otro usuario, compartiendo el anuncio de un emprendedor que ofrece viajes a Balandra por 800 peos por persona en una embarcación particular, sin pagar ningún tipo de permiso.
La Red de Observadores Ciudadanos, que se dedica de manera continua a monitorear el manejo apropiado de las áreas naturales de Balandra e Isla Espíritu Santo, compartió una decena de fotografías donde se puede ver a embarcaciones, registradas para la prestación de servicios, dándole la vuelta al problema y desembarcando a sus clientes en la playa, ahora privada, de Balandra, que luce mejor sin tantos visitantes. Sólo falta una búsqueda del término “Balandra” en Instagram para notar que las historias de muchos sí incluyen sol, playa y desacato.
“Si quieres, puedes pagar cinco mil pesos por la playa secreta de El Tesoro”, recomendó un tercero, quien aseguró que la playa cerrada para el público sigue abierta para quien pague una módica suma.