La Paz, Baja California Sur. “La actividad marítima recreativa que los prestadores de servicios pueden realizar yo no la puedo impedir”, expresó la coordinadora de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) en La Paz, Susana Rubio, en torno al polémico cierre de playas que permite a los prestadores turísticos ofrecer viajes privados a playas desiertas sin que la autoridad pueda tomar medidas.

A tres semanas de que, por decreto del Comité de Protección Civil, se indicó el cierre total de playas en La Paz, la ciudadanía comparte con enfado imágenes de embarcaciones y empresas que, por una módica suma, ofrecen viajes de placer a las playas vacías que protege la autoridad municipal sólo a través de caminos terrestres.

“Sería incongruente darles permiso a ellos para que usen la playa y no darles permiso a los ciudadanos de usarlas”, expresó la funcionaria municipal, quien negó que alguien tenga derecho a disfrutar de playas desiertas cuando pague una módica suma, y aclaró que los viajes de placer que se realizan a la Isla Espíritu Santo y a otras playas “pueden embarcar en alguna marina, pero no desembarcar ni en Balandra ni El Tecolote, en ninguna de esas áreas”. Reconoció además que, “si bajan para usar un servicio a restaurante sí pueden desembarcar en la playa, pero nunca para bañarse”. Sólo falta hacer una búsqueda del término “Balandra” en Instagram para notar que las historias de muchos sí incluyen sol, playa y desacato. 

La directora de Zofemat en La Paz, quien en la última sesión de protección civil aseguró que no tiene personal ni capacidad para evitar que todos los paceños usen cientos de kilómetros de playa confirmó que, más allá de la línea de playa, el municipio no tiene jurisdicción. “En Balandra es competencia de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas y fuera de la costa es jurisdicción de la Marina”, aclaró.