La Paz, Baja California Sur. Aunque el presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros, Arturo Musi Ganem, afirmó que las megaembarcaciones que operan con combustóleo de manera continua en la Bahía de La Paz desde febrero, y que sólo llegaron “por un periodo” para resguardarse en el puerto, la estancia de estas embarcaciones podría extenderse indefinidamente.

“Se van en Junio”, aseguró Musi Ganem en mayo, cuando sostuvo una reunión con empresarios del ramo turístico; aseguró que las embarcaciones dejaron 250 mil pesos en permisos a las autoridades portuarias mexicanas por su estancia. “Pagaron 250 mil pesos, cada una, es una aportación importante, pero se van en junio”, afirmó el promotor de cruceros, y cuando reporteros quisieron detallar si esos 250 mil pesos se pagan de manera semanal o mensual, éste confirmó que se trató de un pago en una sola exhibición para una estancia indefinida, la cual es aún más incierta que antes pues los planes para reiniciar sus actividades se vieron frustradas a nivel mundial.

Y es que el primer crucero “post-pandemia” de la historia, el Celbrity Millennium, de la empresa Royal Caribean. que realizaría un trayecto por el Caribe, tuvo que suspender su travesía cuando dos pasajeros se infectaron de Covid-19.

Como consecuencia de este revés, que muestra la inseguridad de los viajes turísticos en cruceros, el lunes 28 de junio las acciones de la naviera Carnival, una de las que posee barcos fondeados en aguas del puerto de La Paz, y de su competidor, Royal Caribbean, cayeron considerablemente. Los sitios especializados en mercado bursátil atribuyen este descenso a los casos positivos de Covid-19. Las acciones de Norwegian, compañía que también cuenta con  embarcaciones resguardadas en La Paz, también perdieron valor en el mercado.

Actualmente permanecen tres cruceros fondeados en aguas de La Paz, anclados bajo la anuencia de la Administración Portuaria Integral (API). Se trata de las embarcaciones Koningsdam y Westerdam, de Nowegian Cruises; y de los cruceros Royal Princess y Ruby Princess, de Royal Caribbean. Sin embargo, de manera intermitente, entre 3 y 10 cruceros han usado el puerto como refugio mientras las actividades de turismo náutico a gran escala permanecen suspendidas.