Los Cabos, Baja California Sur. Sin apoyos a lo largo de la crisis por la pandemia de Covid-19, menos una iniciativa estatal o federal para darle certeza jurídica a la actividad, la pesca deportiva atraviesa un momento crítico en la historia de México. La pesca comercial y la pesca ilegal están acabando con el marlin, el pez vela, el dorado y el pez gallo. 

En Los Cabos, asociaciones y agrupaciones han buscado blindar a las especies dedicadas, para que no sean afectadas por la pesca comercial y la pesca ilegal. En redes sociales, se difunden imágenes de pescadores ribereños en otros estados, al amparo de la falta de revisión y vigilancia, matando ejemplares de picudos, que son exclusivamente para la pesca deportiva. Un ejemplo, el estado de Nayarit.

Concluyó el periodo electoral y la pesca deportiva espera que a través del Congreso de la Unión se gestionan las iniciativas a nivel federal para que todos los litorales de Pacífico Mexicano, en un solo esfuerzo, trabajan en promover la pesca deportiva en la pesca ribera, sin embargo, hay estados todavía con serios reportes de pesca ilegal. Hoy la pesca deportiva en Baja California Sur representa millonarias derramas económicas, que dependen claro, de que exista una población saludable de ejemplares en el mar.