• Urge enfrentar al COVID, este crece cada día más • Conversaciones con el diablo
Los momentos maravillosos de
la vida, nunca se olvidan. Quedan impregnados, inamovibles. Los míos en su
mayoría se dieron y se dan en el seno familiar. Los primeros con mis padres
María y Francisco. Y aunque fuimos muchos hermanos a cada uno nos tocó en su
momento un amor y cuidados extraordinarios. A los cuatro años, casi entrando a
los cinco, después de una ilimitada cercanía con mi padre, una noche fría me
enteré; mi papá se va a los Estados Unidos a trabajar. De sopetón me cayó la
noticia. Llore, patalee, implore. Y no logré nada. A la noche siguiente se fue.
El destino me quito de golpe a
mi padre. Caí en cama, estuve enfermo varios meses. Mi mamá me vestía de rojo
para la tiricia, enflaquecida y no paraba de llorar. Todos los días me sentaba
abajo de un frondoso álamo a esperarlo. Mi madre me acomodaba un radio
sintonizando estaciones de Estados Unidos. “Un día de estos tu padre te hablará
y te dirá cuando viene.” Yo esperaba. Pasadito un año regreso. Fin a la espera.
Me recordé de esto por lo que
hoy vivimos y es el impacto del COVID. Una plaga maldita que solo en este
Estado ha enlutado a 1700 familias. Conozco casos de niños que han quedado
huérfanos. Esa espera del hijo al regreso del padre o la madre, no se dará. Hogares
tristes. Y lo lamentable es que hoy está pandemia sigue cobrando vidas y todos
los días.
Y esto no alegra a nadie. Y
por ello cada vez es necesario darle más atención al problema. Soy de la idea
de que no hay una política pública en salud que sea suficiente para erradicar
esta plaga. Si no participamos los ciudadanos no saldremos. Tenemos que voltear
a ver la gravedad y aportar lo que nos corresponde.
·
Hacer
pruebas y más pruebas, la estrategia necesaria
Desde el inicio, quienes saben
del tema y uno de ellos es el responsable de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus
quien con mucha sabiduría nos marcó la pauta de lo que debemos de hacer. Dijo:
test, test, test. Pruebas y más pruebas. Lo digo por experiencia: por
diferentes razones me han hecho tres pruebas. Hacerlo se lleva menos de tres
minutos. Y es accesible la forma y además gratis. Tenemos que hacernos pruebas.
Pero también se requiere
voluntad para proteger a nuestra familia y es la de usar cubrebocas, y el resto
de precauciones para evitar los contagios.
Confío en mi gente. Y sé que
si nos unimos y pensamos en nuestros hijos, los que nos esperan, y si también
nos cae el veinte que somos uno de los estados donde está más arraigado el
COVID creo que poco a poco esas estadísticas se mejoran, para bien.
Demos el primer paso.
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Conversaciones
con el diablo
En Buenos Aíres Argentina Hay
una cárcel. No es un reclusorio normal. Tiene una particularidad. Si bien
resguarda lo más granado de peligrosos criminales, guarda a uno de ellos que
hace la diferencia.
Esta ahí un asesino vil. Tan
grave es su falta que mereció la pena perpetua.
Este torvo sujeto tiene un
espacio igual que todos los internos. Es decir muy Reducido. Cuentan que desde
que llegó hace más de 30 años empezó a instalar una biblioteca. Está rodeado de
libros. Lee, lee y lee, sin descanso.
Nunca da problemas. Evidencia
un buen carácter. Nunca se enferma y la lleva bien con todos los reclusos.
Un día le pregunto alguien ¿Eres
feliz? Y respondió: demasiado. Soy inmensamente feliz. El interrogante con
escepticismo volvió a preguntar ¿Tu felicidad como la alcanzas? Y este le
asegura “Mira aprendí a ser feliz con una fórmula muy simple: ocuparme Primero
de mí. Hago todo pensando en mí. Ese es mi secreto...
De fiesta se encuentra nuestro
amigo Pedro Mazón Benítez. Desde este modesto espacio le mandamos un fuerte
abrazo y le deseamos que su cumpleaños sea excelente abrazo...Y con esto nos
despedimos no olviden: hagan el bien y sean felices