La Paz, Baja California Sur. Constructores aprovechan la pandemia de COVID-19 y la nula vigilancia de las autoridades, para invadir dunas costeras en Todos Santos y Punta Arena, Baja California Sur (BCS); el Ayuntamiento de La Paz, reconoce, es un municipio extenso y difícil de vigilar en zonas apartadas.

Esto ocurre en dos puntos distintos del municipio, en Todos Santos, en el camino a Las Playitas, en donde se ha denunciado por la población, que en las dunas se construyen casas desde el inicio de las restricciones, junto al campamento de Grupo Tortuguero Las Playitas”.

Pero también en la playa Punta Arena de La Ventana, a una hora de camino desde La Paz, no paran las construcciones; existen al menos 4 de ellas que no exhiben licencias de construcción, a pesar de contar con maquinaria pesada sobre las dunas.

Alrededor de 20 personas realizaban trabajos, en diversos vehículos y es poca la afluencia de personas en dicha zona; utilizaban una retroexcavadora para limpiar las dunas y rellenarlas con otros materiales.

Ciudadanos de Agua Amarga, señalaron que estas construcciones han aprovechado la pandemia de COVID-19, para incrementarse y propagarse sobre las dunas en donde aseguran, anidan las tortugas golfinas, protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Al ser consultado por Diario El Independiente, Ricardo Pergué Rosales, director de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento, respondió que la dependencia atiende 5 mil trámites al año, entre ellos las quejas y denuncias, que llegan por escrito.

“Asisten a hacer la inspección el personal, primeramente, para hacer un acta circunstanciada y corroborar si hay o no daño ecológico. Si está en proceso, se da aviso a licencias de construcción para clausura y sanción correspondiente”, expuso Pergué Rosales.

“Es un poco complejo, si acudimos o no, algo difícil acceder a esos lugares tan alejados del centro poblacional de La Paz […] no contamos con el personal necesario para poder atacar al municipio al 100 por ciento”, reconoció el funcionario municipal.

Dijeron apoyarse con asociaciones civiles, ciudadanos y voluntarios, para poder atender el 100 por ciento del territorio, al ser uno de los municipios más extensos de México con 20 mil 275 kilómetros cuadrados.

“Nos falta un poco de personal, pero más aun así nos apoyamos con organizaciones, personas, ciudadanía que da aviso, exactamente, si hay construcción posible o supuesto de daño ecológico y con esa demanda queja o denuncia los inspectores acuden”, agregó el titular.

Por otro lado, dijo que las subdelegaciones El Sargento y La Ventana, existen construcciones clausuradas por colindar con la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat); “nos percatamos en el momento cuando hacían la construcción y cimentación”, dijo.

“Por lo mismo no nos percatamos en el momento cuando hacían la construcción el 100 por ciento en cimentación, pero cuando nos informan nos percatamos de lo mismo. Son clausuradas hasta que paguen la sanción correspondiente”, expuso.

Esto regularmente ocurre por no contar con los permisos correspondientes, dijo, en tiempo y forma; además, resarcir cualquier daño ecológico para que su construcción pueda ser regularizada, ya que en algunas dunas “consolidadas”, sí puede construirse, de acuerdo a especialistas, señaló.

“A primera vista, pareciera una duna, pero es prácticamente una roca, pudiera existir ese supuesto que algunas de las construcciones, vamos caminando por la playa, vemos una construcción en un montículo, no de manera obligatoria significa es una duna”, dijo.

Pero los protocolos deben ser los mismos que cualquier licencia de construcción, en propiedad privada o en la vía pública; ya que conlleva en sí mismo un procedimiento administrativo, por la afectación posibles que pueda visualizar la autoridad.

El primer paso es una demanda, o una denuncia popular; en este caso, los inspectores acuden a una revisión y dejan citatorios para los infractores, con la finalidad de revisar la legalidad de sus licencias de construcción.

“Se debe exhibir de acuerdo al reglamento estatal. Es trabajo de los directores de obra, cuando expiden licencias de construcción, colocar una lona de 1 por 1 metros, la pagan junto con la licencia y se exhibe para que cualquier persona pueda saber, ciudadano o ingeniero, responsable”, agregó.

Si no cuentan con una licencia se procede a clausurar, mediante una notificación y citatorio en donde se les otorgan 5 días para acercarse a las autoridades y comprueben con documentos, que se encuentran al día.

De no contar con folio, la dirección procede a la clausura y se colocan sellos de “CLAUSURADO” al sexto día hábil, si el predio se encuentra cerca o sobre una duna de manera específica.

“Solo que el promovente al tener licencia de construcción, antes debe pasar obligadamente por Dirección de Ecología para que emita un dictamen de visto bueno, de la limpieza o tala de árboles”, añadió.

La Dirección de Ecología debe revisar “todos los predios” colindantes con la Zofemat, desde el 2018 con el nuevo Plan de Desarrollo Urbano y Centro Poblacional (PDCUP) de La Paz, en donde se analizan los predios y se permite “o no” el desmonte y limpieza.

Inclusive, aunque muestran una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), deben presentarse ante la dependencia ecológica municipal.

Desde ahí se emite un dictamen para delimitar los predios en “3 franjas” o zonas; la primera, es colindante a la playa, donde pueda existir alguna ruina pero no puedes construir absolutamente nada; la segunda, donde puedes colocar elementos temporales como palapas, sombras, maderas y no habitables; la tercera, es la superficie donde se puede construir con concreto y mortero.

“No te diremos que no construyas, pero especificamos el lugar correcto donde el municipio aprueba la construcción; las MIA son aprobadas con construcciones exactamente arriba de la duna, es una conciliación donde hemos tenido que pedir hacer la tercera franja”, finalizó.