• Con la pandemia cediendo, la calidad de los servicios en ISSSTE parece no regresar a la normalidad, usuarios y trabajadores denuncian carencias.
La Paz, Baja California Sur. Luego de dos años de trabajo en continuo estado de emergencia, los servicios de salud están lejos de regresar a alguna forma de normalidad: carencias de toda índole son evidenciadas tanto por derechohabientes como por sus representaciones laboristas. En particular, una de las deficiencias es el desabasto de fármacos controlados para ejemplo uno de los de mayor demanda en el país: la insulina, que tiene meses sin llegar a los anaqueles de la farmacia mientras los derechohabientes debe vaciar sus bolsillos ante la demanda de la enzima que controla la diabetes.
“Hay un serio problema con el suministro de insulina en el ISSSTE, aquí en La Paz tardó dos meses en llegar”, expresó una lectora de Diario El Independiente sobre este problema. La denuncia anónima comprobada por el personal de esta institución confirmó que la falta de insulina no solo afecta al resto del territorio sudcaliforniano.
“En Mulegé siguen sin proporcionársela a los derechohabientes”.
La insulina es un insumo de vida o muerte para un diabético, y su precio comienza en los 1200 pesos (5 cartucho de 5 ml) dependiendo del proveedor, en lugares como Loreto o Santa Rosalía, no la venden en ninguna farmacia y los pacientes con la enfermedad crónica deben vérselas por sus propios medios por contar con ella.
Otra lectora del diario hizo llegar la misma queja con menos de 24 horas de diferencia: “Hay escasez de medicamentos. Tenemos más de 1 año no conseguimos también medicamento para diabético la caja cuesta mil doscientos pesos o más, depende del lugar dónde se adquiera”, reiteró otra persona en otra instancia, llamando la atención de este medio de comunicación. “También tenemos el caso de un medicamento que dicen que está descontinuado, como unas gotas usa mi papá que cuestan 700 pesos la caja y no le dura ni el mes”.
Personal de estos servicios de salud que no quisieron dar a conocer sus nombres por temor a represalias, hicieron saber que a menudo se da la falta medicamentos para pacientes con otro tipo de complicaciones, algunas en situación hospitalaria, y que los familiares de los derechohabientes pasan momentos angustiantes buscando medicamentos vitales, costosos y escasos bajo debido a que la institución simplemente no cuenta con ellos al momento.
Estas demandas las carencias también parecen afectar a los trabajadores adscritos al ISSSTE. La Federación de Sindicatos de Trabajadores del Estado (FSTSE) cuya nueva lideresa en la entidad María Antonieta Zambrano Álvarez, secretaria de la Sección IX, hizo saber a través de una circular que imperan situaciones que afectan a los trabajadores.
“Prevalece dentro de las unidades médicas y administrativas del instituto en todo el estado de Baja California Sur el sentimiento de indefensión que muchos trabajadores manifiestan y que no son debidamente atendidos por los responsables de la delegación estatal en las áreas médicas”, expuso. “Lejos de disminuir se acrecentaron los brotes de Covid en diferentes servicios del Hospital General La Paz; sin que hasta este momento se establezca un plan de contención efectivo”, denunció. “Hay una persecución continua y acoso hacia los trabajadores, quienes no solo son quienes dan la cara a la derechohabiencia con las carencias de recursos materiales, humanos, etc. son quienes tratan de entablar diálogo con sus autoridades sin lograrlo”.
Trabajadores independientes a la federación también hicieron llegar su sentir ante el abandono en la institución que presta servicios a los trabajadores del estado. Instalaron una manta pidiendo la vacunación del personal administrativo que aún no recibe el biológico a pesar del riesgo permanente por su contacto con derechohabientes y personal de primera línea.