Uno de los graves problemas que tiene la campaña de Morena que va aliado al PT en la entidad, es que sus aspirantes a las diversas alcaldías se encuentran sin encontrar el punto que los impulse a mejores condiciones de competencia electoral, prácticamente en todos los municipios este partido se encuentra ante la posibilidad real de perder la mayoría que obtuvo en las elecciones pasadas del 2018.

Desde luego que esto no es casual, Morena perdió mucho tiempo y credibilidad en discusiones internas producto de las imposiciones y caprichos de una dirigencia fallida encabezada por el negligente Alberto Rentería que ahora no encuentra la manera de levantar la imagen de sus abanderados a las alcaldías.

Eso no ayuda en nada a la propuesta para gobernador que encabeza Víctor Castro Cosío que por su parte tampoco parece encontrar la estrategia adecuada que le salve la deteriorada imagen que ahora presenta sobre todo luego del primer debate entre candidatos organizado por el Instituto Estatal Electoral (IEE) el pasado jueves.

Tanto en los municipios de Mulegé, Loreto, Comondú, Los Cabos y desde luego en La Paz, los morenistas no han podido encontrar la senda adecuada para destacarse en el ánimo de los ciudadanos.

Han recurrido a la estrategia de destruir y vandalizar propaganda lo que ha generado justamente el efecto contrario.

Quien más dificultades ha tenido para levantar su imagen es la diputada con licencia Milena Quiroga, que como candidata a la alcaldía paceña, ha tenido que enfrentar serios cuestionamientos sobre su pésimo comportamiento financiero como legisladora y sus evidentes intenciones de legislar para favorecer empresas ligadas con sus familiares que tienen que ver con el manejo del tan preciado recurso del agua.

Lo que se esperaba en La Paz que resultara como una catapulta de apoyo a la candidatura de Castro Cosío, Milena Quiroga es ahora un verdadero lastre que difícilmente podrán levantar los desacreditados dirigentes de este partido que todos los días pierde simpatías entre la población.

Sumado a los deslices y errores de un gobierno federal empesinado en tratar de tumbar a la autoridad federal electoral, los morenistas no han podido llegar al punto de mayor aceptación ciudadana.

A poco más de tres semanas que restan de campaña las preferencias evidenciadas a través de diversas encuestas por la alianza Unidos Contigo que encabezan el PAN, PRI, PRD, PRS y PH, siguen sumando simpatías mientras que la coalición Morena-PT, parece colocarse en una segunda posición general muy lejana de los punteros.

Sin esta condición prevalece en la entidad y por supuesto en los municipios como La Paz, al término de la semana que hoy inicia, esa tendencia será muy difícil revertirla salvo que sucediera alguna situación muy extraordinaria que desanimara a los potenciales votos que mayoritariamente señalan hasta ahora las encuestas a favor de la referida alianza.

Vamos a ver cómo se desenvuelven las campañas de cada uno de los organismos políticos que seguramente ya sienten la ansiedad del poco tiempo que falta ya para la conclusión de la búsqueda y promoción de sus respectivos votos.

La población votará en 26 días, tiempo durante el cual, y de acuerdo a la distancia que las mediciones recientes establecen entre cada candidato a las alcaldías y gubernatura, la tendencia es prácticamente irreversible.

Por supuesto en política nada está escrito para siempre, pero todo parece indicar que el color morenista que prevaleció tras las elecciones del 2018 puede ser desplazado del podio de los ganadores.

Solo esperemos que el proceso se conserve en la tranquilidad y con la madurez política necesaria a pesar de las evidentes muestras de desesperación de líderes morenistas que ya desde ahora viven la ansiedad y la impotencia de tener la clara percepción de que ahora la población ya no les ofrecerá el mismo apoyo electoral del pasado.

Ya veremos qué sucede en los pocos días restan ya para que los partidos y candidatos acudan a la población a pedirle su voto.

Ya veremos.