• Por primera vez en América Latina se publican 45 poemas de la pionera de la literatura mística occidental
CIUDAD DE MÉXICO..-En el principio de la poesía mística de Occidente se encuentra
una mujer: Hadewijch de Amberes (ca.
1200-1260), considerada una de las mejores escritoras de su época y la primera
en privilegiar su lengua vernácula, el neerlandés, por encima del latín.
Poco se sabe de esta mujer que, se adivina, era de noble cuna, pues
dominó el latín, la lengua francesa, la prosodia, la retórica y el arte
epistolar; pero, afortunadamente, tras centurias de olvido, llega a nuestra
época parte de su obra, rescatada en el siglo XIX: cuatro manuscritos, 60
poemas, sus textos integrados
en Visiones y 31 cartas de consejo para algunas de
sus pupilas.
Apostó por la palabra como una manera de
establecer una relación con Dios. Sus poemas o canciones son muy hermosos,
porque todos arrancan de una referencia a la naturaleza, al cambio de las
estaciones, y de esa metáfora saltan a la relación amorosa de la amada con el
amado. Personifica el amor a Dios”, comenta Víctor Manuel Mendiola.
En entrevista, el poeta y editor detalla que, por primera vez en América
Latina, se publicarán completos 45 de sus poemas, los llamados estróficos,
“escritos con una estructura y cierto metro”, en el libro Canciones de
Hadewijch de Amberes (El Tucán de Virginia), traducido por Stefaan van den
Bremt.
Hadewijch es una de las voces que moldearon
las bases de la poesía contemporánea. Formó parte del grupo denominado
Beguinas, mujeres que se reunían en comunidades para dar asistencia, cuidados y
enseñanza a niños y viudas, y para realizar actos de devoción. Su trabajo
literario puede resultar modélico hoy en día, que se vive la reivindicación
femenina en el país”, agrega.
El movimiento de las Beguinas surgió en Bélgica hacia 1189 como un
rechazo a la Iglesia católica, que excluía a las mujeres de sus planes, y
proponía una nueva forma de relacionarse con Dios, más amorosa.
Mujeres que hoy pueden resultar inspiradoras.
Libres, democráticas e independientes de las instituciones eclesiásticas
patriarcales, vivían en celdas o vecindarios que podían dejar en cualquier
momento para formar una familia; trabajaban para obtener sus alimentos, pero
también realizando actividades caritativas de todo tipo. No eran monjas, se
instalaban cerca de los templos u hospitales y volvían acción los preceptos
religiosos”, añade.
El director del sello editorial destaca que “esto rodea la formación de
la poeta, que venía de Amberes. En esa época están surgiendo cosas nuevas: la
poesía caballeresca, la de los trovadores, la goliarda.
Ella escribió su obra entre los 15 y los 48
años. Su producción se ubica a principios del siglo XIII. Poco antes, Bernardo
de Claraval formula los principios básicos de la mística, con lo que ésta se
configura como cuerpo espiritual de la Iglesia católica”, indica.
Destaca que Hadewijch era una mujer con una actitud contestataria, en
términos de la visión moderna. “Por eso creo que la lectura de su obra en este
momento puede decir mucho a hombres y mujeres, porque es reveladora de una
actitud de independencia en uno de los comienzos de la nueva historia de Occidente”.
El también ensayista dice que vale la pena revisar el origen de
esta manifestación literaria.
“La poesía y la actitud mística se caracterizan por tener una postura
individual de amor hacia Dios, que es el factor fundamental en la literatura
mística. Hadewijch es de las primeras escritoras en utilizar las lenguas
vulgares para sus versos en lugar del latín, acto que, además de independencia,
constituye una rebeldía.
Esta poeta y las Beguinas ponen de manifiesto
las formas de acción femenina, cómo resuelven las mujeres las cosas, que no es
mediante la violencia como los hombres. Creo que pensar en Hadewijch ahora
tiene mucho sentido”, concluye.
Las Canciones… Liederen, título bilingüe que
tiene detrás un trabajo de dos años y medio, posee un prólogo de Blanca Garí,
un epílogo de Veerle Fraeters y Frank Willaert y las ilustraciones de Arturo
Rivera. Mendiola es autor de uno de los ensayos incluidos.