San José del Cabo, Baja California Sur. Si bien, desde administraciones municipales pasadas se habla de programas para la integración al desarrollo de personas con discapacidad, así como obras de infraestructura urbana incluyente, una realidad muy distinta es la que se percibe al prevalecer condiciones de desigualdad en cultura y respeto hacia este sector poblacional. 

Durante un recorrido que Diario El Independiente realizó por la zona centro de San José del Cabo, pudo observarse que la movilidad para personas que padecen algún problema físico es casi una misión imposible en ciertas áreas. 

Una de las principales situaciones es que postes de madera y concreto, propiedad de empresas que brindan diferentes servicios, sobre todo telefonía y electricidad, se encuentran obstruyendo banquetas e incluso las pocas rampas que aparentan estar en buenas condiciones, sin que ninguna autoridad actué para la reubicación de estas estructuras. 

Particularmente, sobre un tramo de aproximadamente 80 metros de banqueta en la calle Coronado, fácilmente fueron ubicados cinco postes que bloquean el paso para discapacitados, y resulta absurdo que haya rampas cuando no se puede acceder sobre la acera, ya que obliga a bajarse de la misma para poder continuar con el trayecto. 

La colonia centro, una de las áreas con mayor movilidad en la ciudad y que concentra varios edificios para la solicitud de trámites o servicios, entre ellos algunas clínicas, bancos, oficinas de gobierno e incluso instituciones educativas, es solo una de las zonas de la ciudad los cuales aún están lejos de cumplir con las necesidades que se tienen para mejorar la calidad de personas con discapacidad. 

A la problemática de rampas bloqueadas se suma la falta de rehabilitación de espacios marcados en color azul, banquetas agrietadas, obstruidas por comercios, calles interrumpidas por obras inconclusas, entre otros factores.