• La desesperación de morenista ya contagió al AMLO y se mete ilegalmente al proceso electoral. • Complicado salir a conocer a la población de que Morena es la mejor opción. • A 23 días de la elección Morena no encuentra la forma de mejorar las preferencias ciudadanas.
La evidente
intromisión de Presidente Andrés Manuel López Obrador en el actual proceso
electoral es una clara muestra del tamaño de la desesperación que experimentan
los integrantes de Morena que ven cómo la población ya no les ofrece el mismo
apoyo que en el 2018 les otorgó. El tamaño de la decepción social es grande y
este puede verse reflejado en un voto de castigo precisamente por incumplidos.
Resulta muy
complejo seguramente para muchos ciudadanos aceptar que las cosas están mejor
que antes, cuando todo está más caro, cuando existe una inseguridad galopante
en muchas entidades del país y cuando todos los días vemos a un presidente de
la nación que con un cinismo preocupante viola la Constitución Política del
país y no se diga la ley electoral.
Esos intentos
a toda costa de descreditar al árbitro electoral, a una institución como el INE
que es quizás la institución hasta ahora mejor calificada por la ciudadanía es
una muestra más de los riesgos que como país corremos si no existen controles y
contrapesos para frenar de alguna manera esas decisiones cargadas de
resentimiento y de excesos que ya incluso llaman la atención a nivel
internacional.
México hasta
en la elección de las actuales autoridades federales había sido considerado una
nación democrática con muchos rezagos y diferencias sociales y políticas, pero
aún democrático.
Hoy estamos
ante la -posibilidad de perder esa calificación si los excesos y decisiones
arbitrarias que se toman desde la presidencia siguen presentes sin que nadie
pueda hacer nada al respecto.
Contar con un
mandatario nacional peleado con empresarios, trabajadores, mujeres y ahora
hasta con los dirigentes nacionales de partidos como el PRI, PAN, MC y PRD, son
muestra de una intolerancia que puede ser muy peligrosa.
Vaya, López
Obrador está peleado hasta con sus aliados históricos como fue el senador
Porfirio Muñoz Ledo que es hoy por hoy uno de sus críticos más agudos de un
presidente que parece que ya perdió la brújula sobre su principal función de
lograr mejores condiciones para todos los mexicanos, son solo para quienes
apoyan el cuestionable morenismo.
Muestras de
intolerancia y prepotencia administrativa son las accione del gobierno federal
en Nuevo León y otras entidades donde es evidente que hay molestia en López
Obrador por las preferencias electorales actual de la los ciudadanos de esas
entidades donde está claro que no quieren las propuestas de Morena.
Obviamente es
de preocuparse que esa misma actitud prepotente del presidente López Obrador se
pueda presentar en Baja california Sur, sobre todo luego de que el dirigente
nacional de Morena, Mario Delgado amenazó con acusar de delito electoral a
Pancho Pelayo de la Alianza Unidos Contigo, justamente porque va arriba en las
preferencias electorales muy por encima de la propuesta morenista que encabeza
Víctor Castro.
Fabricar
delitos electorales o intentar crear esa percepción en la ciudadanía desde la
presidencia del país, representa el riesgo de un enorme retroceso.
Ciertamente
peor que en los momentos más cuestionables de gobiernos anteriores.
Por lo pronto
en la entidad está claro que los que vandalizan y destruyen propaganda son las
cuadrillas de Morena que no encuentran la manera de lograr más simpatías
ciudadanas.
Como si eso
fuera poco ahora hasta la candidata de Morena a la alcaldía de La Paz, Milena
Quiroga, fue denunciada penalmente por la presunta violación a la ley que
protege a menores y adolescentes de la entidad.
Vamos a ver
en qué termina la evidente desesperación de los morenistas empezando por el
propio López Obrador que ya no le importa los desfiguro que con berrinches y
caprichos buscan cambiar la adversa intención del voto que se registra en por
lo menos siete de las 15 gubernaturas que estarán en juego este 06 de junio en
el país.
Por lo pronto
en el balance general, tenemos un Presidente vapuleado, desesperado que no
encuentra en los candidatos de su partido Morena, los liderazgos locales
adecuados para evitar el evidente desmoronamiento de su proyecto político.
Por supuesto
es el ciudadano que con su voto decidirá el destino de nuestro país y de
nuestra entidad.
Ya veremos la
tendencia de ese sufragio cómo se registra este 06 de junio.
Ya veremos.