• El festival digital, que se realizará del 17 al 27 de mayo y reunirá a 30 expertos de Hispanoamérica, revalora este elemento en el arte y el activismo.
CIUDAD DE MÉXICO. La luz es un elemento vital para la creación del arte
y para la toma de conciencia, “porque es una poderosa forma de comunicar a la
gente, potente y simple a la vez”, afirma el historiador del arte Adrián Moncada.
Con ella se puede dar vida a una obra, pero
también iluminar el espacio que la rodea para facilitar su apreciación; y,
debido a sus posibilidades ilimitadas de expresión y ser un medio digno para
dar un mensaje, se utiliza cada vez más en las protestas sociales”, comenta el
estudioso en entrevista.
La luz puede escalar a grandes alturas,
atravesar muros o fronteras y no daña el patrimonio. En el activismo existe la
preocupación por el vandalismo o la integridad física de los monumentos, pero
la luz no afecta la conservación. Ha hecho que el activismo entre en una nueva
etapa”, agrega.
El especialista en arte lumínico aclara que “para que la luz exista debe
haber oscuridad, es el único límite, pero de aquí nace su poder y su impacto,
como la palabra ‘Hambre’ proyectada en una torre en Chile, o las consignas
feministas –‘Aborto legal, ya’ y ‘Un violador no será gobernador’–en la fachada
del Palacio Nacional de México ”, detalla Moncada.
La luz en el arte, en los espacios habitables, en las casas que ahora
son oficinas, en la vida cotidiana, la industria de la iluminación y el uso
responsable de este elemento forman parte de la cultura de la luz que inspira
el encuentro digital LIT Fest 2.0,
que se llevará a cabo del 17 al 27 de mayo.
Con la idea de conmemorar el Día Internacional de la Luz, que la Unesco propone celebrar el 16
de mayo de cada año, explica la directora Ana Zúñiga en entrevista por
separado, el festival reunirá a más de 30 expertos –artistas, arquitectos,
fotógrafos, diseñadores, ingenieros, científicos y activistas ambientales– de
México, Chile, Colombia, Perú y España.
La luz es vital, todos los seres vivos la
necesitan. Su uso responsable y creativo es un tema que está cobrando cada vez
más relevancia en México y el mundo. Este festival nace de la necesidad de
mantener conectada todo el año a la comunidad de apasionados de la luz”, añade.
La titular de Expo
Lighting America, organizadora del encuentro, destaca que actividades como
conferencias, exposiciones, documentales, cortometrajes y conversatorios, se
podrán ver de manera gratuita desde cualquier dispositivo o computadora, previo
registro del usuario.
Representa una oportunidad de compartir
conocimiento y socializar las investigaciones que se desarrollan sobre la luz y
cómo éstas, incluso, pueden cambiar el rumbo y las tendencias de la industria.
El desarrollo de las industrias creativas
digitales es el futuro de la comunicación, la educación y de las experiencias
en el mundo. México no puede ser la excepción y, por esta razón, ‘LIT Fest 2.0’
se hace presente”, indica.
La promotora cultural destaca que en esta edición habrá un espacio para
hablar del papel de las mujeres en la industria de la iluminación, “para dar
visibilidad a sus proyectos y logros”.
Entre los participantes al encuentro destacan los artistas chilenos
Andrea y Octavio Gano, de Delightlab, con su propuesta Activismo
lumínico; los arquitectos Mónica Llamas, Miguel Ángel V. Calanchini,
Mónica Vega y Carlos Hano; Ana María Cetto, presidenta de la Sociedad Mexicana
de Física; Magali Méndez, embajadora de Women in Lighting México; el ingeniero
Julio Molina, jefe de pruebas del Centro de Tecnología en Iluminación de la
Universidad Autónoma de Guadalajara; Claudia Paz, directora creativa de
Lighting Studio, y Alan Faveero, fundador de Patio 77, entre otros.
Moncada espera que el “LIT Fest 2.0”, que en su primera edición digital
llegó a reunir a 2 mil personas, contribuya a consolidar el arte lumínico en
México. “No hay una escuela para ser artista lumínico. Debes estudiar arte y
luego los nuevos medios, aprender por tu cuenta. Ni las universidades ni las
instituciones culturales están apostando por el tema, tal vez por
desconocimiento. Hace falta que los coleccionistas compren piezas de artistas
mexicanos y un mayor financiamiento”, concluye.