• El también promotor cultural reúne en 'La claridad' seis cuentos sobre seres vulnerables
CIUDAD DE MÉXICO. El mal, el daño, la traición, la
pérdida, “esos miedos que nos sobrevuelan como individuos”, son los temas que
el escritor argentino Marcelo Luján (1973) recrea en los seis
cuentos que integran La claridad (Páginas de Espuma).
La obra ganadora del VI Premio Internacional Ribera del
Duero, el máximo galardón que reconoce al género breve en
español, parte de la premisa de que “somos seres vulnerables”, admite en
entrevista el narrador que se instaló en Madrid en 2001.
La violencia irrumpe en lo
cotidiano, cuando más cómodo y confiado estás. No hay sitio cien por ciento seguro.
Eso me parece aterrador, que no puedas confiar en nadie y que el mal incluso
pueda estar dentro de tu propia casa”, señala.
El también promotor cultural dice que a pesar de que
confeccionó estos relatos antes de la pandemia, pues los trabajó durante tres
años y medio, abordan muchas de las preocupaciones que se potenciaron con el
encierro: la pérdida y la muerte.
Hay muchos sistemas en los que
estábamos metidos que se han agotado, las cosas ya no funcionan igual. Así que
hay que renovarse, repensarnos”.
El tallerista revalora el azar en la vida y en la
literatura. “Entiendo que le damos poca importancia a las pequeñas decisiones
que tomamos en las situaciones cotidianas, al azar, pero creo que debemos
prestarle más atención”.
El autor del libro de cuentos Flores para
Irene (2003) y la novela Subsuelo (2016)
concibe el género negro como esas historias que evocan el mal, el crimen, el
daño, la muerte en las sociedades.
La investigación detectivesca
como escritor no me interesa. No deseo que terceras personas indaguen en la
situación criminal, me gusta verla desde dentro, saber qué hace el daño y cómo
es su recepción. El género negro moderno es más amplio que el policial, vivimos
en una sociedad muy violenta.
Ya no soy joven y valiente,
trabajo el género desde hace 20 años. Como latinoamericanos, estamos educados
por los grandes maestros del género. Hay que abrazar esta tradición literaria,
pero intentar aportar cosas nuevas”.
Dice que La claridad es su propuesta más arriesgada. “Es
un libro completo, aunque cada historia sea independiente. Quise escribirlo
como si fuera una novela. Es mi mejor libro de cuentos porque está escrito con
una intención muy clara”, indica.
Adelanta que empieza a esbozar su próxima novela con
tópicos como “la familia, el pasado, una acción oscura, el peso de la culpa,
siempre partiendo de lo cotidiano”.