Cabo San Lucas, Baja California Sur. El comercio informal en playas del municipio de Los Cabos ya no es un problema “exclusivo” de la bahía de Cabo San Lucas (CSL). El Médano por historia ha sido señalado por el desorden de los más de 800 vendedores ambulantes y “golondrinos”, así como las carpas de masaje, e incluso narcomenudeo. 

Existen denuncias y señalamientos desde el inicio de la XIII Administración Municipal, entre el año 2018 y 2019, donde se advertía que hasta sombrillas rotuladas de la Zofemat estaban en renta. Situación que, desde esos años, evidenció el desorden comercial en las playas del destino turístico. 

Sin embargo, hoy los reflectores de la ciudadanía están puestos en las playas del corredor turístico de Los Cabos, en donde desde hace varios meses se determinó que podrían trabajar algunos vendedores credencializados, sin embargo, también hay presencia de personas rentando equipo como mascarillas, aletas y sombrillas. En el peor de los casos, hay personas ofreciendo bebidas alcohólicas y comida, como sucede en Playa Santa María y Playa El Chileno, ambas certificadas como “Blue Flag”. 

A través de una denuncia ciudadana, usuarios de las emblemáticas playas señalaron que hay personas ofreciendo ceviche y mariscos, además de cervezas y refrescos. La mecánica es sencilla, estas personas llegan hasta los usuarios de las playas, ofrecen los servicios antes mencionados y luego regresan con el “encargo”. Sobre esto, basta con llegar a la playa para recibir las invitaciones a adquirir algún “plus”, mientras se disfruta de las playas galardonadas. 

La venta de alcohol está prohibida para el comercio ambulante, además que una licencia municipal puede costar miles de pesos. Asimismo, para vender pescados y mariscos se requieren permisos especiales de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coepris). En ninguno de los casos la vendimia en las “blue flag” cuenta con esta regulación.