Remdesivir se usa cuando un paciente necesita más oxígeno, pero no respiradores. Esta droga no mejora las posibilidades de supervivencia, por lo que la OMS se opone a su uso
CIUDAD DE MÉXICO. Si Priscila Medina se hubiese contagiado del covid-19 hace un año, no hubiera tenido tratamientos seguros y efectivos. Pero cuando esta enfermera de 30 años llegó a un hospital de Long Island el mes pasado, con tantos problemas para respirar que apenas si podía hablar, los médicos sabían lo que debían hacer.
Inmediatamente le dieron una nueva medicina con anticuerpos que bloquean el virus “y al día siguiente ya podía levantarme y caminar”, comentó Medina. Después de dos días, empecé a mejorar mucho. Podía ducharme, comer y jugar con mi hijo”.
Los tratamientos como este pueden ayudar a los pacientes nuevos a evitar hospitalizaciones, pero no se los usa mucho porque requieren tratamiento intravenoso. Otras medicinas para pacientes graves pueden acelerar la recuperación, aunque pocas mejoran los índices de supervivencia.
Si bien las vacunas ayudan a contener la pandemia, hacen falta tratamientos mejores y más sencillos, especialmente ahora que se propagan variantes del virus.
“Vemos cada vez más gente, y más joven, con problemas graves, que requieren hospitalizaciones y que a veces mueren”, declaró el principal experto del gobierno estadounidense en enfermedades infecciosas, el doctor Anthony Faucci, en una reciente charla en el National Press Club.
La necesidad más imperiosa sería algo como una píldora “que evite que la gente con síntomas empeore y deba ser hospitalizada”, señaló.
Vistazo a lo que hay en el horizonte y a las opciones actuales: