La Paz, Baja California Sur. “El agua llega un día sí y un día no, y estamos aquí en una colonia digamos, céntrica”, expresó a Diario El Independiente una profesora universitaria quien ya no sabe qué hacer porque es la segunda vez que debe pedir que le abastezcan de agua en pipas, por lo que realizó una manifestación unipersonal.

La profesora Ana Rosshandler es vecina del fraccionamiento Nueva Reforma, entre los barrios de El Conchalito y El Manglito, donde se pretende construir un desarrollo turístico de grandes dimensiones y ya se edifican diversos residenciales de pequeña escala en una de las áreas de mayor plusvalía de la capital del estado.

No obstante, los problemas de la red de abasto de agua potable que padece el puerto no vienen a afectar sólo a las colonias populares de la periferia paceña, el vital líquido es tandeado también en este céntrico sector, lo cual ha provocado problemas de disponibilidad de agua a más de uno de los vecinos del alcalde de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez.

“¿Cómo le vamos a hacer ya que construyan aquí sus hoteles?”, cuestionó la profesora que llevó una pancarta y un banquito mientras se manifestaba frente a su vecino: el primer ciudadano de La Paz.

La profesora se refiera al proyecto “Almar”, un residencial con un costo de 300 millones de pesos que se construye en las cercanías y que incluye un hotel de la cadena Hampton de 133 habitaciones, una plaza comercial y un proyecto residencial de lujo con servicios a pie de playa.

“A mí cada pipa me cuesta 910 pesos y este mes he tenido que pagar dos acarreos”, expresó con indignación la profesora, que dejó saber que cuida de una persona de avanzada edad y el gasto representa una dificultad más en medio de los riesgos de la pandemia.

“Señor presidente, le suplico que haya agua en vez de aire en la tubería, atiendo a una persona de edad avanzada y ya van dos pipas que compro, haga su trabajo por favor”, expresaba en una pancarta que levantaba al paso de las personas que rondaban la playa de “La Misión” para hacer ejercicio por la tarde, quienes se detenían a tomar fotos y dar muestras de apoyo a la singular manifestación.

De acuerdo con un diagnóstico elaborado por el propio Ayuntamiento de La Paz este año, más de cada litro extraído del acuífero de La Paz, más de 400 mililitros, se desperdician en la red antes de llegar a la ciudadanía.