• Dos libros echan luz sobre la vigencia de la obra de esta novelista, cuentista y ensayista mexicana
CIUDAD DE MÉXICO.-Este 2021 debería ser denominado el Año María Luisa Puga (1944-2004),
sugiere la escritora Brenda Navarro, “pues parece que las circunstancias están
dadas para hablar de su Diario
del dolor como un texto referencial a lo que estamos viviendo
tras la pandemia”.
En entrevista desde Madrid, la autora de la introducción del título que
acaba de publicar la UNAM, comenta que, al convertir en personaje al dolor que
la acompañaba a diario, Puga “está dialogando de manera perfecta con lo que nos
está pasando ahora: la muerte, la pérdida, el sistema de salud y el tema de los
cuidados del cuerpo”.
El dolor corporal y la forma como te das cuenta de que también morirás
es un momento complicado. Sin embargo, ella tuvo la claridad mental de decir
‘tengo que hablar de esto para entenderme a mí misma’. Escribió este diario
para conversar con ella y saber quién era. Tuvo la capacidad y la ironía de
compartir cómo vivió el dolor y cómo lo confrontó”, afirma sobre la narradora
que los últimos dos años de su vida padeció una artritis reumatoide, que la
llevó a escribir el Diario del dolor en
2004.
Pero este no ha sido el único libro sobre la vida y la obra de la
novelista, cuentista y ensayista mexicana que se ha publicado este año. Irma M.
López, investigadora y catedrática de la Universidad de Western Michigan (EU),
también lanzó Extraño no-amor el tuyo: María Luisa Puga,
historia de una pasión (Grama Editora), biografía que se nutre
de la escritura íntima de los 327 cuadernos ilustrados que confeccionó durante
varios años.
Los 327 diarios revelan que Puga vive para escribir y para leer. La
literatura es su razón de ser; ella lo registra en la entrada del diario del 8
de mayo de 1992, el momento cumbre de su carrera literaria: ‘Busco organizarme.
Ser lo único que sé y quiero ser: escritora. Que así me encuentre la muerte’”,
narra la estudiosa.
Para López, los diarios constituyen la obra magna
de Puga. “Entresacando de los cuadernos los detalles que tienen relación con el
oficio de escritor, me acerco a su vida para comprender mejor su obra.
Me esmeré por ofrecerle al lector un retrato auténtico y humano de la
autora, con sus fortalezas y debilidades, aciertos y desatinos, altos y bajos
existenciales, tal y como ella se registra a sí misma en la intimidad del
folio”, apunta la estudiosa.
Explica que Extraño no-amor el tuyo abarca
desde el nacimiento de Puga hasta la publicación de su primera novela, Las posibilidades del odio, en 1978. “Los cuadernos me
permiten reconstruir su adiestramiento en la escritura y la manera en que ella
propicia el acto creativo”.
Por su parte, Navarro agrega que el dolor fue la compañía diaria de
Puga. “Lo convierte en su espejo y, al final, es el espejo de todas. Me vi
reflejada ahí, a mis amigas, a mi madre. En este andar viviendo y sobreviviendo
en México, siempre olvidamos a nuestro cuerpo, hasta que él nos dice ‘aquí
estoy’. Aunque queramos pensar que nuestra mente es lo que perdurará, sin el
cuerpo no existimos”.
La socióloga y economista egresada de la
UNAM añade que, en Diario del dolor,
Puga resume lo que es ella como escritora. “No su literatura, sino una mujer
con una claridad e inteligencia bastante afilada. Era muy consciente de que
este libro la iba a trascender y lo trabajó literariamente de una forma
distinta.
Entendía que la humanidad gira en torno al dolor y supo administrarlo, le
dio la seriedad y la experiencia estética para hacernos reflexionar. Cuestiona
los sistemas de salud, tanto público como privado; critica cómo te infantiliza,
que no te cuida, no previene, sólo administra el dolor”, señala.
La autora de Casas vacías (2019)
destaca que la lectura del Diario… no es
triste. “Es un logro cómo transmite sus preocupaciones en cien breves viñetas.
Es una lectura simple y ágil, aunque habla de cosas dolorosas.