• El escritor y analista político afirma que un país que apoya y cultiva ambas disciplinas es más democrático y fuerte
CIUDAD DE MÉXICO.-La cultura y la ciencia de un
país se deben mantener vivas porque son razones de Estado, afirma el escritor y
ensayista Federico Reyes Heroles.
“Independientemente de las consideraciones partidarias o políticas de
coyuntura, una nación con más ciencia es más fuerte, más independiente, y una
con más cultura es más democrática”.
El analista político, dictó ayer
la conferencia La ciencia y la cultura en el financiamiento del Estado
mexicano: realidades y desafíos, organizada por la iniciativa Diálogo Ciencia
& Cultura.
La cultura y la ciencia son muy potentes, porque pueden cambiar la vida
de los seres humanos. En el caso de la ciencia, generando salud y bienestar. Y
en el de la cultura, se ha demostrado que permite la creación y la recreación
humana; es decir, la posibilidad de reinterpretar y rehacer tu vida de acuerdo
con las influencias culturales que vas teniendo. Tiene una función casi
terapéutica que debemos cuidar, el bien ser”, comenta.
El autor de unos 20 títulos, entre novelas y ensayos de filosofía política, destaca que
un fantasma recorre hace mucho a las burocracias nacionales. “Es la idea de que
alguien se puede apropiar de la cultura, quedarse con ella. O, peor aún, cuando
se dice que la cultura necesita estar como en un invernadero, que no hay que
exponerla, porque podría contaminarse.
Ese ánimo de pureza es irreal y peligroso, no deseable; debemos estar
abiertos a todo tipo de influencia, mantener la pluralidad. Ha habido muchas
manifestaciones de pureza, esa palabra me genera urticaria, eso de exigir el
perdón a los españoles. Creo que no se valora a la cultura como un entresijo,
un cruce, un encuentro que obligadamente te lleva al otro”, añadió.
En una mesa virtual moderada por el investigador
Bolfy Cottom, Reyes Heroles habló como invitado especial y estableció un
diálogo con el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, el etnólogo Sergio Raúl
Arroyo y el poeta David Huerta, entre otros estudiosos
y artistas.
El autor de El Abecedario, Sensé y Registro advierte que el Estado no debe
determinar la sustancia de los contenidos en la cultura y el arte, “porque
cuando esto ocurre existe el riesgo de que terminemos en un Estado que
interviene la esfera de lo privado. Éste debe ser promotor de los rumbos,
sembrar semillas y retraerse; que sólo fomente, atraiga e invierta”.
Indica que los tres grandes pasos de la cultura son la creación,
la difusión y la preservación. “Un
Estado nacional no puede con el paquete de diversificarla, alimentarla y poner
todos los insumos disponibles para que el ciudadano acceda a ella. No hay dinero
fiscal para todo, por eso éste debe ser utilizado en lo fundamental, en lo que
no puede hacer la iniciativa privada”.
Quien ha dado conferencias en universidades como Harvard, Princeton,
Yale y la Complutense aclara que una de sus preocupaciones es que el Estado
mexicano no está cumpliendo con el mantenimiento de la infraestructura cultural
y los edificios arqueológicos,
históricos y artísticos.
Es importante poner la palabra mantenimiento en nuestra agenda, como
algo que debemos vigilar de entrada para no heredar un desastre”, considera.
Dice que el caso de la ciencia es diferente, ya que la mayor parte de la
inversión proviene de las empresas y de las universidades, y sólo un 10 por
ciento del Estado. “Si queremos fortalecerla, debemos facilitar las normas de
deducibilidad y aumentar los estímulos fiscales. Tenemos que re acreditar a la
ciencia”.
Pero en ambos casos, prosigue el egresado de la UNAM, donde estudió
ciencias políticas y derecho, “no hemos explotado las posibilidades de
acercarnos al mundo empresarial en busca de apoyos para trabajar con mayor
independencia”.
Concluye que la sociedad civil debe recuperar
la iniciativa crítica. “Nuestros logros están siendo serruchados por la
fuerte caída de los presupuestos y la desaparición de organismos como los
fideicomisos y el Fonca. Una democracia donde no hay opciones culturales es muy
débil. La apertura fortalece a la democracia y debemos pelear por ella”.