• Josué Estrada-Renuncia.
En efecto, fueron muchos años los que Josué Estrada Flores,
distrajo de su familia, de sus ocupaciones personales, de su profesión
(médico), para, --por solo amor--, cuidar, velar y luchar por engrandecer su
partido: el Movimiento Ciudadano.
No era para menos. Creyó
en él, (en su partido). Y presumía los enunciados de su Declaración de
Principios donde me insistía en que la ciudadanía reclama un cambio urgente; y
que la sociedad está ansiosa por enfrentar el desafío de recuperar la paz
social, de revertir el deterioro del poder adquisitivo, de combatir el
desempleo, y rescatar la calidad de la educación y su papel como factor de
movilidad social.
En aquellas conversaciones y entrevistas que tuvimos, me hablaba
de su preocupación por atacar el crecimiento acelerado de la pobreza, entre
tantos; y de la concentración excesiva de la riqueza, entre pocos. Y me decía
que la lucha de su partido era firme para combatir la injusticia, la impunidad,
la discriminación y la violencia, cuyos flagelos agravian a la sociedad en
general y particularmente lastiman a los más vulnerables.
Fue en mis tiempos de
reportero cuando Josué, asumió el liderazgo de MC. Y me dio la
oportunidad de entrevistarlo en varias ocasiones donde fue siempre crítico,
diciendo que los partidos políticos jamás se han preocupado por enarbolar y
propiciar una democracia interna y que más bien los partidos políticos han
burocratizado las tomas de decisiones, a lo cual se agrega el clientelismo
nacido de la devaluación del sistema político y del sometimiento a niveles de
marginalidad de vastos sectores de la población, a quienes con una concepción
de asistencia social, se les sigue manteniendo en esa condición para
utilizarlos al momento de votar.
A través de sus certeras críticas y señalamientos, en alguna
ocasión me dijo que la creciente miseria pareciera ser esa gran oportunidad que
los partidos políticos esperan para aumentar la suma del clientelismo
electoral.
Y observé que Josué,
soñaba con que Movimiento Ciudadano fuera un espacio político abierto en el
cual participarían las mujeres, los hombres, los jóvenes y todas aquellas
organizaciones sociales interesadas en debatir e impulsar el progreso por el
camino de la democracia participativa, todo ello con el objetivo de generar las
oportunidades que, en general todos los mexicanos deseaban y en particular, todos los sudcalifornianos querían.
Desde que tomó posesión de
la dirigencia me había expresado: “acepté ser dirigente estatal porque reconozco
en Movimiento Ciudadano que es una organización
con fuertes raíces, de autonomía política, y de cimientos firmes, con todo lo
cual yo estoy seguro que serán una realidad todos esos preceptos anhelados por
los mexicanos en general y los sudcalifornianos en particular donde destacan la
libertad, la fraternidad, la justicia, y la democracia, y porque es un partido
con muchas expectativas en favor del pueblo”.
También tuve la oportunidad de entrevistarlo después de su
renuncia. Y lo cuestioné:
--¿Después de tu renuncia a MC, te iras a otro partido?
--De ninguna manera, ni seguiré en MC, ni en ningún otro partido.
--¿Recibiste invitación de otras fuerzas políticas o pretensos a
gobernador de BCS?
--Desde el momento de mi renuncia recibí muestras de solidaridad y
también invitaciones de los 4 puntos cardinales de la política en BCS lo cual
es halagador y agradezco pero, en estos momentos no tomaré decisiones a priori,
tengo un compromiso con varios amigos de MC y es mi responsabilidad cerrar
adecuadamente los ciclos. Además, creo que los ciudadanos debemos construir la
tercera vía, pero no creo que esto se logre con los partidos. Se logrará con
los ciudadanos, sus causas, y basados en la ley de participación ciudadana. En
conclusión, apoyaré a las personas, porque sí debemos participar los ciudadanos
en esta contienda. Soy progresista y veo más allá de los partidos, de
organizaciones, de grupos o de personalidades. Lamento decirlo, pero las
plataformas que presentan hoy todos que participan son las mismas, no proponen
nada nuevo. Por eso corresponde a los ciudadanos seguir luchando para mejorar
la economía, la salud, los derechos humanos, la libertad y desde luego el
respeto defendiendo siempre la dignidad.
--¿Qué haces o qué harás en estos tiempos de pandemia y política?
Primero, como médico, debo
serenarme para hacer una evaluación y análisis para definir el rumbo en lo
político. Segundo debemos continuar en la lucha contra el Covid 19, no hemos
ganado la batalla y como médico tengo una gran responsabilidad social por el
bienestar de los habitantes de esta media península. Tercero, soy profesor en
la especialidad de medicina interna en el hospital Salvatierra y debo continuar
en la formación de los recursos humanos para la salud. Cuarto como
profesionista debo seguir ejerciendo mi profesión de medicina interna para la
atención de las personas que requieren mis servicios tanto en el hospital como
en la práctica privada. Quinto tengo compromiso con el colegio de médicos local
y estatal, sigo ejerciendo como el delegado de educación médica continua. Y por
último, pero lo más importante, pasar el mayor tiempo en familia que
tanta falta nos hace.
Pero lo que más me llamó la atención durante las entrevistas fue
una vez que Josué me dijo:
--Yo no estoy de acuerdo en que se les pague a los partidos
políticos.
--¿Por qué? –le pregunté.
--Porque es un dinero que le pertenece al pueblo –me dijo.
--¿Y cuál es tu opinión al respecto? --pregunté de nuevo.
--Mira, Dionicio, tú lo sabes. Hay mucha necesidad. El pueblo
sufre por enfermedad, sufre por desempleo, sufre por hambre, sufre por todo, y
no me parece justo que le quiten para darle a los partidos políticos.
--¿Y entonces, ¿cuál es tu idea al respecto?
--Muy simple. Que los
partidos se rasquen con sus propias uñas –concluyó.
Cuestión de tiempo.