• “Ambientalistas no quieren a los cruceros, no quieren el desarrollo del puerto”: Musi Ganem.
La Paz, Baja California Sur. Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación de Cruceros de México, afirmó que las embarcaciones de las empresas Holland America y Princess Cruises fondeadas en la bahía de La Paz se adecuan a los estándares más altos en materia de control de emisiones contaminantes y desestimó las acusaciones públicas de académicos y la sociedad civil que se organiza para hacer sentir su oposición a la presencia de estas embarcaciones y la intención de mejorar las instalaciones para albergar más cruceros turísticos en el puerto de Pichilingue.
Ante la negativa de José López Soto, director de la Agencia Portuaria Integral (API), quien ha evadido nuestra solicitud de entrevista desde que biólogas y ambientalistas han denunciado la presencia de manchas negras y aceitosas en la bahía de La Paz y manifestado su preocupación por el efecto acumulativo de la contaminación que generan dichas embarcaciones, a pesar no estar transportando pasajeros, el líder de la asociación de cruceros desestimó estas acusaciones.
“Es totalmente falso, se ha checado después de que se levantó la queja este grupo de ambientalistas, los organismos encargados checaron que no había contaminación de ese tipo”, afirmó Musi Ganem, para añadir es que “el fondo es que no quieren a los cruceros y no quieren el desarrollo del puerto”.
El representante de estas empresas a nivel local afirmó que megacruceros como los que están anclados frente a la capital del estado “tienen la tecnología más avanzada, por eso llegan a los puertos más avanzados del mundo, como Alaska es donde más restricciones hay por el medio ambiente, llegan a Europa, no hay un puerto turístico donde no están llegando los cruceros”.
Tras desestimar las acusaciones, Musi Ganem añadió que cada una de esas embarcaciones cumple con todos los requisitos de Ley que pide el Gobierno Mexicano para su estancia.
“Si no estuvieran aquí estarían en otra parte”, planteó, añadiendo que actualmente, con la suspensión de todas sus actividades debido a la pandemia de coronavirus, “hay cruceros así en todas partes del mundo”.
“Cumplen las normas más severas y estrictas para que no suceda la contaminación, producen su propia agua, el agua de baño la tratan y si la llegan verter al mar es una agua totalmente limpia, usan combustible con menos azufre del normal que usan las termoeléctricas, están con el mínimo de tripulación y casi todos los motores apagados”, reiteró Musi Ganem.
“No dudo que haya inquietud” afirmó luego de ser cuestionado sobre las multas multimillonarias que han tenido que pagar empresas de cruceros como Princess -que tiene tres embarcaciones de más de 300 metros de eslora ancladas en la bahía- las cuales pagaron en 2016 un total de 40 millones de dólares en multas por daño al medio ambiente en el estado norteamericano de Miami.
“Tan es así que cuidan mucho eso para evitar ese tipo de cosas, se rigen por reglamentación internacional, traen a bordo un inspector del medio ambiente que va checando todos los procesos y la información la envía a la compañía para evitar que vaya a haber un tipo de multa como la que tuvieron allá Princess”.