• Viene un triple reto: la desesperanza, la pobreza y la violencia, afirma directora de la Facultad de Psicología
CIUDAD DE MÉXICO.-María Elena Medina Mora,
directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, reveló que una persona
que tiene insuficiencia respiratoria después de entrar a un intubamiento
en terapia intensiva, tiene una puntuación de cognición por debajo de la media
de la población, parecido al de una persona con alzheimer leve.
De acuerdo con la universitaria, este deterioro
afecta a una gran cantidad de pacientes a su alta, y un año después lo siguen
teniendo.
Destacó que otros síntomas como dolores de cabeza,
ausencia de olfato y gusto, alteración de conciencia y convulsiones son comunes
en diversas etapas de la enfermedad.
Al participar en la conferencia Importancia de la
Salud Mental durante la Pandemia, organizada por la Facultad de Medicina, la
especialista agregó que se ha pensado en otro tipo de complicaciones
encontradas en autopsias de pacientes fallecidos, pero que aún están a nivel de
hipótesis.
Medina Mora dijo que más recientemente han
aprendido que quienes sobreviven a covid-19 tendrán diferentes manifestaciones
como delirios, psicosis y trastornos neuropsiquiátricos graves, pero por el
momento no se sabe qué tan perdurables son y es lo
que se tiene investigar
En este contexto advirtió que luego de la pandemia
que ha afectado de manera significativa a la salud mental, en las siguientes
etapas se enfrentará un triple reto: la desesperanza, la pobreza y la
violencia, cuya combinación es un desafío a la capacidad para atender esos
padecimientos.
Recordó que 30 por ciento de la población en algún
momento de su vida presenta un trastorno. Si no hay atención médica, el costo
social es muy elevado y el impacto sobre el Producto Interno Bruto resulta
fuerte, pues se trunca la educación, se presenta el desempleo, el ausentismo
por enfermedad o la pérdida de productividad.
Además, las personas con padecimientos mentales
graves tienen una esperanza de vida de a 15 a 20 años
menor que la población general.
Entre los sectores más afectados se encuentran los
jóvenes de 12 a 17 años que presentan la mayor prevalencia de trastornos
de ansiedad y de conducta disruptiva, y el segundo lugar en el aumento de
consumo de drogas.
De acuerdo con una encuesta realizada entre 13 mil
alumnos de la UNAM, la ansiedad afectó a 57 por ciento de los estudiantes
de licenciatura, y la depresión a 35 por ciento.