• Para grabar tres minutos de video, la bailarina realizó 600 inmersiones de minuto y medio en cinco días de rodaje en una piscina.
Ciudad de Mexico.- De pequeña, Ariadna Hafez soñaba con ser una criatura marina en su
isla natal de Gran Canaria. Un sueño hecho realidad gracias al “tango acuático”
que el director francés Bastien Soleil grabó con esta bailarina española.
Una luz cenital
modela el cuerpo de Hafez creando claroscuros. Con tacones de aguja, camisa
blanca y ropa interior negra, la bailarina española contonea su silueta bajo el
agua, creando un ambiente onírico.
El video de tres
minutos, rodado de noche y titulado Tang’O (un juego de
palabras con la pronunciación de eau, agua, en francés. NDLR),
lleva ya más de un millón de reproducciones en las redes sociales desde su
publicación en febrero.
Rodado en la
piscina Y40 de Padua, noreste de Italia, una de las más
profundas del mundo (40 metros), hicieron falta 600 inmersiones de un minuto y
medio de duración (entre la inmersión, la coreografía y la salida). Cinco días
de rodaje en total.
La coreografía se
realizó en un escalón de la piscina a 10 metros de profundidad. Para Bastien
Soleil, instructor de apnea y fotógrafo submarino, el objetivo no era tanto
trabajar en la profundidad más absoluta como crear una “estética acuática”.
“La idea principal es crear belleza, que la
gente se sienta a gusto mirando el video, en un momento tan complicado para
todo el mundo”, explicó el ex publicista.
Modelo submarina
El director
conoció a Ariadna Hafez por su cuenta Instagram, donde la bailarina se define
como “modelo submarina” y suele compartir videos de su pasión por el
submarinismo y la apnea acuática.
“Tiene un control de su cuerpo increíble (…)
Encontrar a alguien que pueda hacer, a la vez, apnea y baile es muy muy raro”,
deta-lla Soleil.
Hafez formó parte
en 2009 de la segunda edición en España de la emisión de telerrealidad Fama,
¡A bailar!, donde los concursantes tenían que demostrar sus aptitudes para
el baile. También ha sido bailarina en espectáculos de televisión y en la
película del director español Álex de la Iglesia Mi gran noche.
Para Tang’O,
Ariadna Hafez tuvo que ensayar el ritmo bajo el agua pero sin la música,
compuesta por el francés Anthony Rouchier. “En apnea, tienes la visión
deformada pero la concentración aumentada”, explica Bastien Soleil.
A lo anterior hay
que añadir una complicación más: la pareja de Hafez en la coreografía es una
silla con un lastre de 12 kilos pero que “se movía como una pluma contra el
viento” y había que “recolocarla después de cada toma”.
La elección de
rodar a 10 metros de profundidad buscaba encontrar un punto de equilibrio bajo
el agua: “Porque no eres atraído ni hacia el fondo ni hacia la superficie”.
“Debajo del agua no hay gravedad, lo que me da
libertad para bailar. Los movimientos son más lentos y amplios, te da tiempo a
disfrutarlos completamente”, cuenta por su parte Ariadna Hafez, que considera
al agua como su “elemento natural” desde pequeña.
¿Una nueva disciplina?
“Los
bailarines buscan controlarlo todo”, afirma Bastien Soleil, pero considera que
el agua les permite “soltarse”.
Soleil está
deseando formar a bailarines (sobre todo de danza clásica) a la apnea para
ayudarles a liberarse. Y “que descubran que su mayor problema en el baile, la
gravedad, no existe debajo del agua”.
Para él, esta
disciplina “todavía en pañales” tiene un “potencial creativo enorme”.
Este verano va a
inaugurar, junto con el campeón francés de apnea, Guillaume Néry, una academia
cerca de Niza para dar a conocer este deporte “a la mayor gente posible”, con
talleres específicos para bailarines.
“Formar a un apneista para que baile puede
llevar 20 años, pero un bailarín aprende la apnea en una semana”, afirma este
fotógrafo.
La apnea se ha
puesto de moda en los últimos años gracias a documentales y a la actuación de
Kate Winslet en Avatar 2, donde realiza una inmersión en esta
disciplina. Sin embargo, según Bastien Soleil, todavía crea reticencias.
“La gente ve la apnea como una agresión al
cuerpo, pero nuestro cuerpo está adaptado. Sólo hace falta dar el salto”,
afirma.