Mientras, seis megacruceros derraman combustible quemado en la bahía de la capital del estado, el concurso que debió arrojar resultados en noviembre de 2020 sigue sin información. API informó que no existe ningún indicio técnico de que los supuestos contaminantes sean generados por estas embarcaciones turísticas.
La Paz, Baja California Sur. La Administración Portuaria Integral (API) presentó en junio del año pasado la convocatoria pública para la concesión de los procesos de construcción equipamiento y operación del muelle de atraque e instalaciones de la terminal de cruceros turísticos que se instalará en Pichilingue, aunque los resultados se iban a presentar en noviembre el portal compranet no muestra información sobre el proceso de licitación.
De acuerdo con las bases de la convocatoria, el cesionario deberá realizar obras de demolición y reubicación de la infraestructura existente en la superficie terrestre que se destinará a la instalación de cruceros turísticos. Debía construir y operar la terminal de cruceros de Pichilingue por 25 años, con la opción de una extensión de contrato de otros 20 años.
El cesionario de la instalación de cruceros turísticos celebrará contratos de uso con terceros para la renta de locales comerciales o espacios destinados a actividades relacionadas con el arribo de cruceros turísticos al puerto de Pichilingue. A cambio de este proceso, los concesionarios pagarían a la API una contraprestación en moneda nacional, más los impuestos correspondientes, a través de una cuota inicial y un pago mensual a partir de la concesión.
La convocatoria fue emitida en el Diario Oficial de la Federación (DOF:16/06/2020) en junio del 2020. Para la venta de bases era necesario que los interesados presenten un escrito firmado y dirigido al director general de la API, José López Soto, y pagarán 560 mil pesos no reembolsables a la API, posteriormente, la paraestatal debe elaborar un dictamen y declarará ganador del concurso al participante cuya propuesta económica ofrezca el monto más elevado de la cuota inicial de la contraprestación. La API emitirá un fallo el 11 de noviembre de 2020.
López Soto mencionó a medios de comunicación que este año comenzaría la construcción de una terminal especial en Pichilingue para recibir a cruceros. El funcionario del Gobierno del Estado afirmó que con la infraestructura podrían llegar hasta 150 cruceros a Baja California Sur (BCS). En aquel entonces dijo que con 22 cruceros en tiempos pre-pandemia “estaríamos triplicando la cantidad de visitas”.
Sin embargo, el portal Compranet no tiene procesos de las unidades compradoras y el expediente más reciente donde API licitó compras a través de concurso fue en 2018. Intentamos contactar a API para conocer más sobre este tema y el derrame de combustible que actualmente ha sido reportado por la ciudadanía, pero no hubo éxito. Hasta el momento, ni los planos ni el proyecto, ni las empresas ganadoras del concurso, han sido dadas a conocer por el Gobierno del Estado.
Al cierre de esta edición el titular de API solo envió un mensaje a la redacción indicando de una entrevista para este medio de comunicación hasta el próximo martes 20 de noviembre.
INFORMACIÓN DE API A LA OPINIÓN PÚBLICA
En los últimos cinco días ha surgido diversas informaciones y opiniones sobre una posible contaminación por desechos de combustible y manchas amarillentas en el cielo por los barcos turísticos conocidos cruceros, fondeados en la Bahía de La Paz. Al respecto la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur, S.A. de C.V., comunica lo siguiente:
No existe ningún indicio técnico de que los supuestos contaminantes sean generados por estas embarcaciones turísticas. Sin embargo, esta Administración Portuaria estará en coordinación con las instancias federales respectivas para analizar lo ocurrido para, en su caso, tomar las medidas necesarias.
Una de las prioridades que tiene la Administración Portuaria es la responsabilidad ambiental, sin ella, las diversas actividades marítimas y portuarias no tendrían sentido social y comercial, por ello todas y cada una de estas, se rigen bajos las leyes, reglamentos y nomas en la materia.
Por ello, previo a la llegada de cualquier buque en altura, esta Administración Portuaria coordina las actividades con diversas autoridades, entre ellas, la Capitanía de Puerto, COFEPRIS, Migración y Aduana, así como con los agentes navieros, pilotos del puerto, prestador del servicio portuario de remolque y empresas encargadas de la logística para garantizar toda posibilidad de evitar contagiados del Covid-19, ahora solo de la tripulación que se encuentra a bordo entre 120 a 130 por barco, como de las personas operativas en el Puerto de Pichilingue.
Por lo que es importante resaltar que la industria de cruceros es una de la más regulada que trabaja estrechamente con los diversos gobiernos y organizaciones civiles en la implementación y vigilancia en materia ambiental, que garantiza el cumplimiento de los requisitos establecidos por la propia OMI, organismo especializado de las Naciones Unidas, responsable de la seguridad y protección de la navegación, así como de prevenir la contaminación del mar, y de la cual México es miembro.
Uno de los factores que las autoridades y esta Administración Portuaria tomaron en cuenta para autorizar el fondeo provisional de estos cruceros en la Bahía de La Paz, es precisamente por que cumplen con diversos convenios internacionales y normatividad, entre ellos, la NORMA OMI 2020 que obliga a los buques en lo general a consumir combustibles que no contengan más del 3.5% de azufre; así como el ISO 14001 Environmental Management System (Sistema de Administración Ambiental) quien administra todos los datos ambientales corporativos a nivel mundial; la National Ambient Air Quality Standards /NAAQS en inglés (Estándares Nacionales de la Calidad del Aire) para medir contaminantes como Ozono (O3); Monóxido de Carbono (CO); Partículas (10 micrones o menos [PM10] y 2.5 micrones o menos [PM2.5]); Dióxido de Nitrógeno (NO2); Dióxido de Azufre (SO2) y Plomo (Pb) AAQS y la ECA’s; entre otros, además de que cuentan con equipos necesarios para prevenir o minimizar la contaminación de acuerdo con las instrucciones del fabricante para evitar precisamente la liberación de aceite en el medio ambiente.
Como consecuencia de la pandemia del virus conocido como Covid-19, de la industria turística en todo el mundo se paralizó. Ante ello un sinfín de número de cruceros se vieron afectados en sus rutas y la necesidad de mantenerse fondeados con pasajeros y tripulación en espera de poder desembarcar; fue así que se abrió un puente humanitario tanto para cruceros como todo tipo de embarcaciones que lleguen a los puertos de Baja California Sur, cumpliendo estrictamente con las disposiciones sanitaria emitidas por la Organización Marítima Internacional (OMI), la Secretaria de Salud Estatal y por las secretarías de Comunicaciones y Transportes y de Marina.