La Paz, Baja California Sur. Un contingente de manifestantes que contaba con mujeres y personas de la tercera edad, afiliados al movimiento Antorcha Campesina, se encontraba en las afueras de las oficinas del centro del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) cuando fueron abordados por patrullas de la Policía Municipal de La Paz.

De acuerdo con el dirigente estatal de este movimiento popular, Ricardo Mendoza, los manifestantes se dieron cita fuera de las oficinas del DIF municipal, exigiendo la entrega de “apoyos alimentarios” que habían sido comprometidos por las autoridades para personas con necesidades económicas. “Sólo estamos haciendo uso de nuestro derecho constitucional a la manifestación, nos apersonamos con un contingente un poquito numeroso ante la poca seriedad y la nula atención a los problemas de falta de apoyos alimenticios, faltan sillas de ruedas, pañales para adultos mayores, para niños discapacitados”, expresó a Diario El Independiente.

El problema se agravó cuando el director del DIF municipal, dijo Ricardo Mendoza, “salió con una comitiva a regañar a la gente por exigir sus necesidades”, lo que llamó “falta de sensibilidad del organismo municipal”.

El contingente, de alrededor de 20 personas, llegó con banderas rojas alusivas al movimiento Antorcha Campesina y decidieron bloquear la calle Ramírez, lo que provocó afectación en la circulación.

“Vinieron a intimidarnos, a decir que nos retiremos, y nosotros les dijimos que no somos delincuentes, sólo queremos atención de las autoridades y no tienen que trastocar que ahora tenga que venir la policía cuando queremos soluciones”, expresó Ricardo Mendoza.

El líder antorchista aseguró que con anticipación se entregó al DIF un pliego petitorio con más de 500 solicitudes de apoyo para gente de clases populares en La Paz, exigiendo distintas formas de apoyo, pero recibiendo indiferencia de las autoridades.

A pesar de que los ánimos se encendieron, la situación se mantuvo bajo control, los manifestantes decidieron regresar a sus colonias a organizarse, aún con las manos vacías.