• Este protocolo es importante para el ámbito universitario; con él se buscan erradicar las acciones de violencia dentro de la universidad.
La Paz, Baja California Sur. La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) tiene listo para aprobación el Protocolo de Atención a Los Casos de Violencia en Razón de Género en la Universidad, políticas universitarias para incentivar, promover y agilizar procesos de igualdad de género, prevención y atención a la violencia en los ámbitos universitarios.
“La idea es generar este espacio para las estudiantes, para las trabajadoras académicas y administrativas, principalmente; queremos erradicar en el ámbito universitario el acoso, hostigamiento, discriminación, dificultad de abrir espacios, de abrir materias con perspectivas de género, e ir sembrando al interior de la institución la necesidad de reflexionar sobre estos temas, proveer a nuestras estudiantes y trabajadoras de las herramientas para que sus procesos sean llevados en las mejores condiciones”, indicó Lorella Castorena Davis, titular de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UABCS.
“Es un protocolo que contempla todos los casos, todas las opciones, y que se alinea a más de 50 protocolos que ya se han hecho en otras universidades y que conocemos vía la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior Caminos para la Igualdad, que es el área donde están congregadas las representaciones de todas las universidades y que, afortunadamente, contamos con esta representación de las unidades de género, en donde en conjunto vamos colaborando para el diseño”, explico Castorena Davis a Diario El Independiente.
La coordinadora aseguró que el protocolo está listo y se espera que se apruebe este 8 de marzo, sin embargo, la aprobación depende de quienes integran el consejo universitario.
“Ojalá que así sea, porque el protocolo es un instrumento de actuación fundamental, ya que las estructuras universitarias no son sencillas, sobre todo en el ámbito de las sanciones. Hay que tener en consideración una serie de cuestiones, estatutos y contratos colectivos del trabajo; hay que tomar en cuenta todos estos puntos, así como los derechos de las y los universitarios, para no violentar las estructuras. Se requiere de un protocolo sancionado por el conjunto de la universidad, representado en el Consejo General Universitario”, afirmó.
Para concluir, Castorena Davis recordó que la universidad no es una institución impartidora de justicia, sin embargo, hay muchas cuestiones relacionadas con la violencia dentro de ella y deben ser judicializadas.