Cabo San Lucas, Baja California Sur. La promesa de una nueva planta desaladora de agua potable para Cabo San Lucas, ha sido usada como botín político desde años atrás en tiempos electorales en el Municipio de Los Cabos. Sin embargo, el proyecto existía desde antes de la XII y XIII administración del Ayuntamiento de Los Cabos. 

En entrevista exclusiva para Diario El Independiente, José Antonio Agúndez Montaño, comisionado político del Partido del Trabajo (PT) y expresidente municipal de Los Cabos (2011-2015), explicó que las propuestas para tener más agua potable en el destino, incluso datan del año 2005, cuando se propuso captar agua de las fuentes subterráneas de San José del Cabo (SJC), también, con nuevos pozos y como es sabido, la posibilidad de usar el agua del mar. 

El exalcalde sentenció que desde entonces se trabajó por una planta desaladora, grande y eficiente, que garantizaría agua para Cabo San Lucas (CSL) y antes de concluir la onceava administración municipal, ya se habían dejado “los primeros pasos” para el proyecto que hoy sigue en pausa. De los 600 litros por segundo proyectados, sólo se construyeron módulos para poco más de 200 litros, explicó Tony Agúndez. 

“En aquellos tiempos trabajamos muy duro en ese sentido, bajamos el tandeo con los proyectos desde el año 2005 al 2010, a tener el tandeo de 3 a 5 días y en zonas hasta tener agua de manera permanente. La intención era seguir avanzando en estos proyectos. Desde ahí estábamos pensando en cómo producir más agua, por cualquier fuente alterna que pudiéramos tener y de alguna manera. Se nos complicó porque los terrenos donde está la planta desaladora, estaban en un Fideicomiso. Buscamos la manera”. 

Quien fuera alcalde de Los Cabos del 2011 al 2015, comentó que en opciones estaba incluso construir un módulo desalador en el arroyo El Tule, por mencionar algunas opciones. Ante esto, lamentó que tanto la administración de Arturo de la Rosa Escalante (2015-2018) y de Armida Castro Guzmán (2018-2021), hayan materializado el proyecto de la nueva desaladora, solo prometiendo que licitaciones y procedimientos burocráticos, según, “están avanzando”. 

“No fue posible, pero empezamos a trabajar en los proyectos, incluso ver la posibilidad y usamos el Tule, o alguna zona en el Pacífico. Dejamos el proyecto trabajando con Banobras y el Fondo de Infraestructura, o un contrato de prestación de servicios. [...] Se han perdido seis años. Desgraciadamente en las dos administraciones recientes no se avanzó, y el que está pagando las consecuencias son los ciudadanos de Cabo San Lucas […] Ya urge que se tomen decisiones, pero no solo con esta fuente alterna que es la Desaladora. También hay opciones como la Presa La Palma, revisar documentos donde están las concesiones. En San José del Cabo por ejemplo, había muchas áreas de cultivo que utilizaban agua de estas concesiones, pero ya no hay áreas de cultivo, entonces hay que revisar que tanta explotación podemos tener, y esto deberá ser a través de un estudio, no debe pasar más tiempo ya”, finalizó Agúndez Montaño.