• Al comparecer ante diputados, el auditor Agustín Caso defendió los resultados de la Cuenta Pública 2019 sobre el aeropuerto cancelado
CIUDAD
DE MÉXICO.-Agustín Caso Raphael, el auditor especial que tuvo a su cargo la
fiscalización sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco, aseguró que en
los resultados de esa revisión nunca habló de corrupción ni quiso lastimar la
investidura presidencial.
Rechazó
haber recibido presiones externas o internas y advirtió que la conclusión del
pago de los pasivos por la obra cancelada podría durar hasta 26 años más.
“No
existió dolo o motivación política en el equipo auditor. De ninguna manera
entraña un ataque a la investidura presidencial ni a un gobierno que fue
legítima y democráticamente electo”, dijo como parte de las mesas de trabajo
que la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados tendrá cada martes para
analizar la Cuenta Pública 2019.
Sin
embargo, Caso Raphael, quien está separado del cargo, se negó a responder por
qué suscribió en un comunicado que había errores en los resultados, luego de
que el presidente López Obrador impugnó la auditoría 1394-DE, sobre la
cancelación de dicha obra.
“Nunca
he sido presionado, por nadie en mi carrera, ni por agentes externos ni por
agentes internos”, aclaró.
Al
ser interrogado por los diputados, en varias ocasiones contradijo el
comunicado. “No hay error: hay una metodología que arroja una serie de cifras”,
señaló.
Fue
reiterativo en que hay diversos enfoques para sopesar los costos de oportunidad
de una obra cancelada. “No hay dolo, no hay mala fe, no hay error”, remarcó.
“Ni
dolo ni error en auditoría al NAICM”
Auditor defiende cálculos en Cuenta Pública 2019;
no se pretendió lastimar la investidura presidencial.
Al
advertir que la conclusión del pago de los pasivos por la obra cancelada del
Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco podría
durar hasta 26 años más, el auditor especial de desempeño, Agustín Caso
Raphael, aseguró que la fiscalización a su cargo nunca habló de corrupción ni
pretendió lastimar la investidura presidencial.
Como
parte de las mesas de trabajo que la Comisión de Vigilancia de la Cámara de
Diputados tendrá cada martes para analizar la Cuenta Pública 2019, el
funcionario separado temporalmente de su cargo rechazó haber recibido presiones
externas o internas.
“Manifiesto
con firmeza que no existió dolo o motivación política en el equipo auditor. De
ninguna manera entraña un ataque a la investidura presidencial ni a un
gobierno, que fue legítima y democráticamente electo”, sostuvo.
Sin
embargo, se negó a responder la pregunta recurrente de los legisladores de por
qué dos días después de presentar el informe de resultados, ante la impugnación
hecha por el presidente López Obrador a la auditoría 1394-DE, correspondiente a
la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, suscribió en un comunicado que había
errores en el documento.
“Me
encuentro imposibilitado para manifestarme al respecto, ya que actualmente se
encuentra en curso, un proceso administrativo”, justificó.
“Nunca
he sido presionado, por nadie en mi carrera, ni por agentes externos, ni por
agentes internos”, aclaró.
Pero
en la ronda de preguntas de los diputados, en varias ocasiones contradijo el
controvertido comunicado.
“No
hay error: hay una metodología que arroja una serie de cifras. Es muy
respetable la posición del secretario de Hacienda, (Arturo Herrera) y desde
luego sus consideraciones y análisis serán debidamente tomadas en cuenta, en el
proceso de seguimiento de la propia Auditoría”, planteó.
Reiterativo
en la idea de que existen diversos enfoques para sopesar los costos de oportunidad
de una obra cancelada, el funcionario remarcó: “No hay dolo, no hay mala
fe, no hay error”.
Caso
Raphael expuso tener 50 años de experiencia en materia de fiscalización e
insistió que el informe en cuestión contiene mil 400 auditorías.
“De
corazón les expreso que no es justo, por un informe individual, poner en tela
de juicio una institución tan seria como la Auditoría Superior de la Federación
(ASF).
“No
estamos ante un hecho completamente pagado y cerrado; se trata de un proceso
dinámico que tiene un conjunto de escenarios jurídicos, financieros y
económicos que pueden concretarse en 26 años”, alertó.
El
auditor Caso Raphael defendió los cálculos presentados en la cuenta pública
2019 en tanto se apegan, dijo, a la metodología constitucional e
internacionalmente aceptada.
Dijo
a los diputados que, por el bien de la República, deben transparentarse los
costos de esa cancelación y rechazó la posibilidad de ofrecer una nueva cifra
en tanto se encuentra en marcha la confrontación de métodos y enfoques sobre el
costo tanto económico como contable.
Insistió
en que existe un vacío de ley con respecto a cómo proceder cuando se suspende
la construcción de una infraestructura como el aeropuerto internacional.
Explicó
que en la auditoría 1394-DE se valoran los tres tipos de costo de la obra que
se inició hace siete años y se presentan proyecciones a futuro que son
estimaciones, que pueden o no concretarse.
Indicó
que se contemplaron dos grandes conceptos en el proceso de cancelación, 163 mil
540 millones de pesos erogados hasta 2019, y 168 mil 455 millones de pesos de
costos adicionales.
“No
vengo a defender a capa y espada una cifra, vengo a poner sobre la mesa las
razones por las cuales se presentan con igual validez dos ópticas distintas, a
explicar los procesos legales en los que habrán de ventilar estas diferencias,
pero que no son verdades excluyentes”, sostuvo.