• El periodista JC Vargas, quien por 15 años fue parte de Excélsior, decide jubilarse y deja un legado invaluable por las redacciones en las que pasó
CIUDAD
DE MÉXICO.-Fernando Marcos, a sus 76 años, manejaba con destreza el auto
Peugeot por una de las autopistas italianas de alta velocidad. Eran los tiempos
de la Copa del Mundo de futbol de 1990. El decano comunicador llevaba como
copiloto a Juan Carlos Vargas, quien antes de cumplir los 30 ya estaba al
frente de la sección deportiva del periódico El Nacional. Aquello se convirtió
en una enriquecedora convivencia en la que el joven periodista forjó sus dotes
en el oficio.
No
sólo se fije en el partido, observe en las tribunas” le aconsejó Fernando
Marcos previo a la semifinal en Nápoles entre Italia y Argentina. Ese consejo
marcó a Vargas para que desde ese momento desarrollara la forma de observar más
allá cada una de los diferentes escenarios.
Recuerdo
que una vez le pregunté ¿qué se siente ser Fernando Marcos? Entonces me tomó de
la mano y me dijo: ‘preocúpese por saber que se siente ser Juan Carlos Vargas,
eso es lo importante.”
Si
Don Fer, como era conocido en la redacción de El Nacional del que era
columnista, aún viviera, utilizaría sus famosas cuatro palabras para definir
ahora como “Certero cazador de historias” a aquel reportero con el compartió
habitación durante un mes y quien, literalmente, le cargó las maletas durante
los traslados en tren.
JC
Vargas, a sus 60 años, con tres Mundiales y también una tercia de Juegos
Olímpicos, decidió esta semana retirarse de las redacciones periodísticas. En
Excélsior, que fue su casa editorial durante los últimos 15 años, le dio vida a
la sección semanal Tiempo Fuera, que se mantiene vigente desde 2008.
Deportista
no sólo de escritura, sino también en la práctica, pacta la entrevista en Los
Viveros de Coyoacán. Pero los tiempos de pandemia, que obligan a un estricto y
limitado proceso de ingreso al parque, hacen cambiar los planes rumbo a una
cafetería en la plaza de la misma demarcación.
Hace
algunos años habló un señor a la redacción de Bucareli que me andaba buscando
porque me dijo que quería verme ya que tenía un regalo. Me citó en su negocio y
para mi sorpresa fue que me entregó una colección de los Tiempo Fuera,
encuadernados. Fue un gran detalle del señor Ricardo Montero, algo que ni yo
había hecho, ni se me había ocurrido”, dice con emoción al recordar el obsequio
que le dio el lector.
LE REZA A SU SANTO
De
la historia de Gabriel López, el quien fuera guardaespaldas de El Santo, nació
la idea de una publicación semanal en la que se pudiera hablar más allá de las
notas deportivas del día.
Me empezó a jalar el contar historias.
El saber que hay otras cosas más que contar y que genera la misma emoción que
el deporte.
Hacíamos cosas distintas y entonces se
decidió que fuera una sección semanal a la que llamamos Tiempo Fuera.”
Así
fueron llegando la de Chabelo y su sueño truncado de ir a unos Juegos Olímpicos
en la disciplina de Lucha Grecorromana por una injusticia deportiva.
De
las primeras historias y que a la fecha es una de las favoritas del periodista
es la: La última Musa de Dalí, del exfutbolista Gerardo Lugo y su esposa
Lourdes Aranda.
Él (Gerardo Lugo) mismo me la contó y
me dijo: ‘¡mira como me pongo chinito de la emoción!’ y empezaba a llorar. Él
en un viaje a España ve un anuncio del El Corte Inglés de una mujer en bikini
que le impacta. Tiempo después conoce a una española en la Ciudad de Méxic, la
invita salir y más adelante se casan. Ella era modelo, cuando en una ocasión la
acompaña para una sesión, observa el Book que llevaba su mujer y descubre ahí
el anuncio de El Corte Inglés, ahí supo que esa modelo era su esposa.
Al
otro día entrevisté a su esposa y ella me contó que una vez Salvador Dalí la
eligió para ser su modelo y me enseñó la foto. Fue la última musa de Dalí
porque al poco tiempo él falleció. Ese tipo de historias te emocionan, entonces
decidimos irnos por este tipo de historias”.
Como
buen cazador siempre tiene que estar al pendiente de cualquier información,
muchas de ellas que en otros espacios no les dan importancia debida.
En
una ocasión escuchó en un programa de espectáculos que Chabelo estuvo a punto
de ir a unos Juegos Olímpicos, pero sin dar más información al respecto, por lo
que decidió investigar.
Chabelo
intimida. Para empezar, la voz que tiene. Bueno, no hablé con Chabelo, hablé
con Xavier López. Me contó que cuando tenía 17 años en la lucha grecorromana le
había ganado a varios y le dijeron que si le ganaba a su siguiente rival iría a
los Juegos de Helsinki 1952. Le ganó y llegó muy feliz a su casa a dar la noticia,
pero al otro día le llaman y le dicen que para ir necesitaba pagar cierta
cantidad de dinero y ya no fue.”
EL DREAM TEAM
JC
Vargas ya daba clases de educación física cuando pasó por la escuela de
periodismo Carlos Septién García y ahí le nació la idea de inscribirse.
A mí siempre me había gustado escribir
y los deportes. Entonces, quise ser periodista deportivo.”
Justo
a unas cuadras de ese edificio, estaba la redacción del El Nacional y tras una
visita decidió tocar la puerta para recibir una oportunidad.
Al
Mundial de Italia 90 llegaron después los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en
donde fue testigo de otro gran episodio.
Me tocó ver al Dream Team liderado por
Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird. Ellos no estaban en la Villa Olímpica,
estuvieron en un barco naval estadunidense, era un búnker y nadie se podía
acercar. Las tribunas eran un espectáculo con la lluvia de flashazos y las
estrellas de otros deportes acudían a los partidos. Me tocó ver a la tenista
Steffi Graf en la tribuna. Fue impresionante lo que consiguió ese equipo.”
Las
anécdotas que salen de la intacta memoria periodística son dignas de un libro.
Por el momento JC Vargas vuelve a decir un hasta luego y se da tiempo de
bromear.