Andrés Calamaro extraña cantar en vivo, pero descansa de los shows llenos de teléfonos
CIUDAD DE MÉXICO.
El inicio de las jornadas de vacunación en Latinoamérica tuvo que sacarnos el pesimismo y alegrarnos la vida, pero ver el ritmo al que avanza, en comparación de Europa y Estados Unidos, se ha vuelto un asunto hilarante y desesperante, ¿verdad, querido Andrés Calamaro?
Al ritmo en que nos vacunamos, vamos a tener que esperar 20 años a estar todos inmunes, con excepción de los funcionarios públicos y poderosos, que deben tener prioridad ilegítima o comprar vacunas en el mercado negro”, opinó el argentino, en entrevista con Excélsior.
Punto que viene a propósito de que se cumplió un año de que tocó en el Vive Latino que fue su último show bajo la normalidad de ver a todos atiborrados, hombro con hombro, compartiendo aroma y las mismas canciones provenientes de la voz bonaerense.
Hace una excepción con lo maravilloso que ha trabajado Israel en su propia campaña sanitaria, lástima que su público no está en ese país de Oriente Medio, sino en las capitales y provincias de América y algunas de Europa, de otra manera ya habría programado una temporada por allá.
Dudo que este año puedan reprogramarse la totalidad de las giras pospuestas del año pasado”, apuntó, para formar parte de la comunidad que da por perdido este 2021, “no descarto el carácter irreversible de este tinglado, cantar para gente armada con celulares ya me daba por los huevos, ahora con mascarillas y sin fumar tabaco (peor).
Los conciertos de rock deberían celebrarse en hospitales. Echo de menos el peligro y la intensidad de antaño, lo que no extraño es terminar detenido en una comisaría por portación de cara”, añadió a su reflexión.
En 1994 fue acusado por apoyar el uso de la mariguana y llevado a un juicio que se prolongó hasta ser absuelto en 2005.
Este año está por entrar al sexto piso, así que no se lo toma a la ligera. Continúa en activo con su reciente colaboración junto a Julio Iglesias, realizó una nueva versión de Bohemio. Y hay que agregar su propia interpretación de Paula, para el álbum de cóvers de Zoé.
Soy marginal en casi todas las escenas, hace décadas que me siento en otras mesas que no son las de los músicos pop. La canción es para nada sencilla. Para cualquier cantante es un desafío ponerse los zapatos de León Larregui y atarse los cordones”, mencionó sobre el tema, disponible ya en plataformas.
Y como remate, Calamaro definió de forma categórica el nuevo disco El Madrileño, de C. Tangana, a quien acompaña en Hong Kong, en cuya sesión de composición estuvo junto a Jorge Drexler.
Él rompe las lindes del rap. Define lo que es el pop ahora mismo. Asistimos a la construcción de un artista grande con un disco definitivo, que todo parece indicar que patea el tablero este año”, pronosticó.