• Pérez Garibay logró inculcar a sus hijos el espíritu ganador en los autos. Con esa misma pasión que le llevó a superar las adversidades, buscará ganar la alcadía de Guadalajara
CIUDAD
DE MÉXICO.-Antonio Pérez Garibay volaba en sus avalanchas de
madera, que él mismo fabricaba, inspiradas en los autos de la F1. En su trabajo
como lavacoches encontró el camino perfecto para llegar al automovilismo
profesional en el que se convirtió en campeón nacional para comenzar con la
dinastía de los Pérez en el deporte motor.
El
papá de Checo Pérez fue bolero, monaguillo, panadero y taxista en su natal
Guadalajara. Ahora, transformado en empresario, quiere ser el alcalde de la
capital jalisciense. Al estilo del menor de su hijos, busca emular la histórica
carrera en Bahréin: Rebasar a todos sus rivales desde el último lugar para
subir a lo más alto del podio.
No
he sido político, nunca he recibido un peso de ningún gobierno ni para un taco.
Tampoco he hecho negocios con algún gobierno”, expresa Pérez Garibay, quien el
pasado 5 de febrero se registró oficialmente como precandidato de Morena a la
alcaldía de Guadalajara.
Estoy
invitando a todos los candidatos, de todos los partidos, a que hagamos un
compromiso notariado para que en 200 días podamos convertir a Guadalajara en la
ciudad más segura y si no fuera así, renunciar. No promesas, no estoy
jugando a la política, tengo mucho que perder y eso mucho que perder es mi
familia”, agrega el expiloto, campeón nacional en 1987.
En
el año de mayor expectactiva para Checo Pérez en la F1 luego de su
incorporación a la escudería Red Bull, su padre también buscará triunfar en la
política, aunque para ello tenga que sacrificar la posibilidad de
compartir momentos especiales en lo que es su máxima pasión.
Pienso
que puede ser el mejor año de su vida y de nuestras vidas. Nos va a dar mucha
felicidad a todos los tapatíos, jaliscienses y mexicanos.
-Este
puede ser el año de los Pérez...
Totalmente,
por lo mismo quiero apostar por Guadalajara, por Jalisco y por México, porque
sé que voy a llevar a Guadalajara a los ojos del mundo. Apuesto todo por
México, que es el mejor país del mundo.
El
tapatío de 61 años confía en que la facilidad que tiene para trabajar en equipo
lo pueda llevar a cumplir con la misión.
Soy
el único padre en México que tiene a un hijo en la F1. La gente que hace
deporte es gente sana, voy a buscar que mi gente pueda hacer deporte y traer
inversiones”.
ADMIRADOR
DE FITTIPALDI
Las
manos de una partera trajeron al mundo a Antonio Pérez Garibay el 11 de julio
de 1959.
Mi
madre no tuvo para pagar el hospital más pobre de mi ciudad, el hospital civil,
y nací a través de una partera en la casa de una de mis tías”.
La
pasión por los autos fue amor a primera vista. Luego su tío Salvador le enseñó
a manejar a los ochos años en la camioneta, que utilizaba para trabajar en la
panadería La Espiga de Oro. Fue en uno de esos viajes que le soltaron el
volante.
Fue
maravilloso, mi tío me prestaba la camioneta panadera, una Ford Panel que tenía
las velocidades en la parte de arriba del volante ¡Ahí aprendí a manejar!”
Las
historias de la F1 las comenzó a conocer en una revista, sin imaginar que uno
de sus héroes que aparecía en esas páginas se convertiría, con el paso del
tiempo, en uno de sus amigos.
La
revista Automundo era
lo máximo que había en México, pero yo era tan pobre que no tenía dinero para
comprarla. Entonces iba con mi amigo el cuentero y me la rentaba. Mi gran ídolo
fue Emerson Fittipaldi, su casco todavía lo traigo en la mente. Ahora somos
buenos amigos.
Yo
hacía carretas de madera con baleros y las pintaba con brocha como carros de
Fórmula 1. Con ellas le ganábamos a los niños ricos que competían en sus
avalanchas”, recuerda sus primeras competencias.
CHECO
SE ADELANTÓ
El
camino que lo llevó rumbo al automovilismo profesional lo encontró a unas
cuadras de su casa,
Trabajé
en un autobaños, que también eran taller mecánico y ahí lavaban un carro de
carreras y fue tan hermosa la historia de ese carro que unos años después el
dueño me lo regaló. Me hizo su compadre, su amigo, su hermano y corrimos
juntos. Paco Fierro fue quien puso la semilla para mí en el automovilismo”.
Comenzó
en las competencias profesionales y ahí el apellido Pérez comenzó a
escribir su historia al proclamarse campeón nacional en 1987.
Fui
el primer piloto tapatío en vivir de las carreras. Todos los demás eran muy
ricos y gastaban en las carreras. Yo tenía que conseguir el dinero para poder
correr. Fui el primer piloto tapatío profesional en poder comprar una casita y
un carrito. Yo vivía de correr carros y mi familia también”.
Una
fuerte lesión, luego de un accidente en una carrera de exhibición, puso fin la
trayectoria de Antonio Pérez como piloto, pero su vida no podría ser de otra
manera que ligada al automovilismo en otras facetas.
A
principios de 1990 estaba programado el nacimiento de Checo Pérez, el tercero
de sus hijos después de Paola y Antonio. Pero justo por esas fechas se cruzaba
también una importante competencia de la que dependía mucho su futuro y
marcaría un rumbo clave.
Checo
iba a nacer en enero de 1990, exactamente con las 24 horas de Daytona. Entonces
adelantamos el parto con cesárea ocho días antes para poderme ir a la carrera
con Tomás López. Teníamos un año construyendo este proyecto y era muy
importante para mí, estaba en juego todo.
Checo
nació a las carreras y lo adelantamos, hasta en eso venía adelantado y rompió
el récord”.
El
destino del menor de los Pérez ya estaba marcado en las pistas. A los 14 años
mostró su valentía al llevar a su padre a una emergencia.
Tenía
Checo 14 años y uvo que manejar en Wisconsin. Me enfermé y me llevó a internar,
pero no me pudo internar porque no llevábamos tarjeta de crédito. Ahí venimos
de Eau Claire a Chicago, me dejó en siila de ruedas en un avión de
regreso a Guadalajara, en donde ya me pudieron operar”.
TRIUNFA
EN LAS REDES
Antonio
Pérez utiliza sus conocimientos de manejo, pero esta vez para manejar en las
redes sociales en las que está en constante comunicación y recibe saludos desde
países como Brasil, Japón y China.
Yo
manejo mis redes sociales, mal, pero lo hago con mucho corazón. La parte más
sbella de hoy son mis nietos, tengo muchos motivos para ser un hombre muy
afortunado y muy feliz”.
En
su cuenta de Twitter tiene como fondo establecido la pregunta ¿Quién es Toño
Pérez?
Toño
Pérez es un niño que nació muy pobre, con muchas carencias en Guadalajara. Que
fue bolerito, que fue lechero, que fue taxista y que la vida le sonrió y se
convirtió en un gran piloto, campeón nacional en 1987 en la Copa Marlboro.
Luego nacieron sus hijos, logramos poner a Toño como campeón de la NASCAR y
logramos con Checo llevarlo a la Fórmula 1 y llevamos a la primera mujer en ser
representante de Fórmula 1, una tapatía, una mexicana. Su nombre: Paola Pérez”.
Si
tuviera que hacer una analogía de alguna carrera de Checo con su carrera
política ¿con cuál sería?
La
última carrera que Checo ganó. Venía de último lugar y ganó. Así viene Antonio
Pérez Garibay, vengo de atrás y les voy a ganar. El segundo lugar es el primer
perdedor.
Sí,
fui campeón nacional, enseñé a mis hijos a ser campeones. No soy persona
conformista y a mucha gente no le gusta cómo soy, pero me apasiona el
triunfo.
Vamos
a trabajar juntos con los empresarios para llevar a Guadalajara a primer plano.
Cualquier
país del mundo puede vivir sin políticos, pero ningún país puede vivir sin
empresarios.
La
gente quiere lo mismo: una mejor sociedad. Para mí sería muy fácil meter
reversa y retirarme, pero quiero el mejor México.
Recuerda
que desde que buscó llegar al senado una de sus propuestas fue crear la
Secretaría del Deporte y espera poder ver cristalizado ese sueño algún día.
Todos
los mexicanos tenemos un gran corazón, somos triunfadores en cualquier parte
del mundo, si contamos con las herramientas”.