Vaya dilema en el que se encuentra la dirigencia estatal de Morena con lo referente a la definición de candidaturas en las diputaciones federales y locales, así como las alcaldías, sobre todo de La Paz y Los Cabos donde la lucha interna es cada día más atroz.

Para empezar, el hecho de que sea el propio dirigente de este partido, Alberto Rentería Santana aspirante a la diputación por el segundo distrito federal electoral, es decir el sur de la entidad, le mete mucho ruido al proceso pues para propios y extraños está claro que los dados ya están cargados.

Eso significa que se diga lo que se diga, se haga lo que se haga, Alberto Rentería es muy posible que oficialice su candidatura a la diputación mencionada sin el mayor mérito que el ser un recalcitrante y obcecado defensor del incumplido presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque sin un trabajo real en la base ciudadana.

El distrito electoral federal número dos, abarca el sur de la ciudad capital, la zona rural (que se encuentra enmarcada el distrito local electoral seis) y todo el municipio de Los Cabos, mismo que se encuentra sumamente agitado por aspirantes a esa alcaldía, no solo de Morena sino de diversos partidos.

Por supuesto ya desde ahora se observa que si resulta Rentería Santana, como así parece ser, el candidato oficial morenista, el impacto no se espera sea el mejor. Rentería ha demostrado una y otra vez, su pésima calidad como dirigente y una muy mala presencia entre el sector empresarial estatal, sobre todo cabeño y no se diga en la base ciudadana de donde simple y sencillamente está desconectado.

Esto se suma a una decepcionante actitud que ha provocado la desunión y mantiene en vilo el resultado interno por las candidaturas a las alcaldías de La Paz y de Los Cabos.

Un proceso realmente accidentado sobre todo en Los Cabos en donde finalmente la actual alcaldesa Armida Castro, logró registrar sus aspiraciones de ser candidata a la reelección, justamente por su partido Morena.

Pero en el caso de la capital sudcaliforniana en donde desde hace tiempo se ha señalado desde el interior del partido morenista que será una mujer la candidata en la persona de la diputada Milena Quiroga, aunque ahora ya no va sola, ya registraron también sus aspiraciones a esa posición, Omar

Castro, Víctor Martínez de Escobar, Esteban Ojeda, así como Manuel Cota quien es ampliamente promovido e impulsado por el alcalde Rubén Muñoz.

Obviamente será muy difícil procesar una decisión en donde no quede claro el mecanismo de definición. La amenaza de la fractura está latente sobe todo si el método de selección es una encuesta que nadie conozca o nadie pueda avalar.

Es por ello que el riesgo de que este partido se regrese a la condición minoritaria en que se encontraba en el 2018 es latente principalmente porque ahora no contarán con el atractivo electoral de López Obrador y por la escasa convocatoria ciudadana que tienen personajes como el propio Rentería Santana y no se diga la diputada Milena Quiroga que parece no entender que el solo deseo de buscar una posición como la alcaldía paceña, no basta.

Es de hecho a estas alturas del proceso, la legisladora Milena Quiroga, la aspirante a la alcaldía paceña menos conocida dentro y fuera de la propuesta morenista.

Obviamente aún falta tiempo (aunque no mucho) para la formalización y definición legal de las candidaturas, lo que deja en claro que el alto riesgo de confrontación y fractura sigue latente a pesar de la reciente visita del dirigente nacional Mario Delgado quien no pudo sofocar y eliminar los potenciales incendios políticos que aún se esperan entre sus compañeros de partido.

Ya veremos cómo resuelven los morenistas sus conflictos internos, mientras que organismos políticos como el Verde, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, así como el local BCS Coherente, están en espera de obtener algún beneficio de los desacuerdos en Morena que están más álgidos y llamativos que el pasado juego de super bowl por el campeonato de la temporada de futbol americano que este año tuvo la peor audiencia desde el 2007.

Ya veremos.