La Paz, Baja California Sur. Un grupo de personas que piden justicia por diversos homicidios y feminicidios en el norte del estado intervinieron la gira del gobernador Carlos Mendoza Davis, a quien llamaron su atención pidiendo que trabaje para impartir justica contra los culpables de diversos casos de violencia que han sacudido la comunidad de Guerrero Negro,  en Mulegé.

Portaban dos pancartas que pedían justicia, una para Aolanis Sánchez Lucero, fallecida el 16 de enero del 2020, sin que a la fecha se haya dado con el culpable ni su caso haya sido reconocido como feminicidio por las autoridades. La otra era para Gerardo Martínez García, quien fue encontrado muerto al interior de una celda de la policía municipal de Mulegé la madrugada del 1 de enero. También portaban una foto de Emmanuel Aguilar Montoya, asesinado a tiros por la espalda luego de una persecución que protagonizaron agentes de la policía estatal hace un año, a la fecha sin presuntos responsables.

Llegaron hasta el lugar donde Mendoza Davis y su comitiva se transportaban y se preparaban para entregar materiales a pescadores de la comunidad. El gobernador del estado bajó de su vehículo para escuchar sus peticiones, que fueron recogidas por diversos medios de comunicación.

La familia de Aolanis Sánchez reclamó a su máximo representante: “¿Por qué no lo reconocen como feminicidio?”, a lo que el mandatario respondió: “No estoy diciendo que no haya feminicidios, pero hay pocos”.

La familia de Gerardo Martínez informó al gobernador que el cuerpo de su hijo, aparentemente asesinado a golpes en la celda de la comandancia municipal la madrugada del primer día del año, fue entregado apenas el 22 de enero, así mismo, la necropsia les fue reservada, mientras seis elementos de la policía municipal han sido suspendidos. “Es como si estuvieran de vacaciones”, reclamó quien se identificó como el padre del ahora occiso.

Finalmente, quien dijo ser madre de Emanuel Aguilar afirmó ante la máxima autoridad del estado que su hijo fue asesinado a tiros por la espalda luego de una persecución donde participaron elementos de la policía estatal: “él no tenía un arma señor gobernador”, aseguró la mujer, quien dijo que ni a su marido ni a ella los dejaron ver el cuerpo de su hijo en la escena del crimen: “nos dijeron que nos fuéramos a la chingada”, recordó. "No puedo recuperar a mi hijo, pero lo que queremos es justicia, que se castigue a los culpables", pidió.

Tras manifestar su solidaridad el mandatario giró instrucciones en el lugar a representantes, tanto de su Secretaría Particular como de la Procuraduría Estatal para que recogieran más información al respecto.

El año pasado, en Mulegé, un municipio de tan solo 3 mil 800 habitantes, la Procuraduría del Estado abrió carpetas de investigación por 22 homicidios dolosos.