En total, 445 personas fallecieron entre enero y febrero, esto es más del 35% de todas las muertes por Covid-19 en BCS durante 2020.
La Paz, Baja California Sur. Los datos del Gobierno del Estado muestran que el mes más corto del año también será el más letal en lo que va de la pandemia de Covid-19. Durante el mes de enero se registraron 214 fallecimientos y a tres días de culminar febrero registran otros 231 lamentables decesos.
A pesar de ello, las autoridades sanitarias reportaron un descenso de casos y tienen un optimismo tal que el propio secretario de salud, Víctor George Flores, informó que por determinación de la mesa estatal de seguridad en salud se relajarán las medidas contra la pandemia, pasando el semáforo de riesgos sanitarios a la más alta de las dos fases amarilla, lo que indica una más apertura del comercio local y aforos más numerosos en comercios y espacios públicos.
La pandemia de coronavirus arrebató 445 vidas más mientras se esperaba la llegada de vacunas a la entidad. Decenas de miles de vacunas ya se están administrando, tanto entre el personal de primera línea como a la población de adultos mayores, pero en el primer mes de la gran Jornada Nacional de Vacunación una cifra que representa menos de un punto porcentual de la población sudcaliforniana ha sido vacunada.
En total, las familias sudcalifornianas han perdido 1, 237 seres queridos, a casi un año de que el virus, aún nuevo en términos históricos, cobró su primera víctima en la entidad: un querido abogado nacido en el estado el 31 marzo del año pasado.
Esto quiere decir que 7 de cada 20, o el 35 por ciento, de los fallecimientos totales de Covid-19 en la entidad sucedieron apenas en los primeros dos meses de 2021. “Hemos visto de todo”, expresó una enfermera que lleva un año en la llamada “primera línea” del brote mundial: los pabellones hospitalarios que buscan paliativos contra una enfermedad sin cura.
“Embarazadas que tienen síntomas, fracturados que en rayos X nos enteramos que ya vienen covitosos. No traemos el equipo de nuestros compañeros en los covitarios”, relató Marlene Cota, enfermera en la tercera sede del hospital con mayor tradición en el estado. “Aun así, en enfermería somos los que menos nos contagiamos, porque todas las medidas las aplicamos desde antes de la pandemia: forma parte de nuestro entrenamiento y es necesario para salvar nuestra vida, la de nuestras familias”, explicó.
Las autoridades insisten en que no hay una cura milagrosa para este padecimiento, pero por experiencia la precaución parece clave en estos momentos. En Diario El Independiente recomendamos encarecidamente a todos nuestros lectores tomar muy en serio los consejos de las autoridades sanitarias.