• El lingüista Luis Fernando Lara afirma que se necesitan políticas de Estado para evitar la desaparición de estos idiomas
Ciudad de México.- La
desaparición de nuestras lenguas indígenas es un tema que preocupa mucho en el
país. Quería mostrar este panorama para decir que esta desaparición no es
fatal, es decir, no necesariamente va a suceder, sino que se puede actuar para
recuperar por lo menos algunas de ellas”, comenta Luis Fernando Lara (1943).
El lingüista e investigador,
que coordina Extinción y pérdida de las lenguas, en el que participan
diversos especialistas, admite, en entrevista, que existen muchos focos rojos
en cuanto a las lenguas indígenas en México.
Un estudio muestra que incluso
lenguas tan grandes como el náhuatl, el otomí y el maya yucateco no crecen. Las
únicas que se desarrollan son las del tronco maya de Chiapas, el tzeltal,
tzotzil y tojolabal. Y el resto decrecen, incluso el zapoteco, con toda la
actividad cultural que hay en torno a él”, señala.
En el libro que acaba de
publicar El Colegio Nacional, Miguel León-Portilla y Yolanda Lastra
analizan el náhuatl en la antigüedad y en la época contemporánea; y Martha C.
Muntzel y Aileen Martínez dan cuenta del esfuerzo de la comunidad hablante de
tlahuica por recuperar su lengua, que sobrevive en el sur del Estado de México
y las cercanías de Morelos.
Asimismo, Giorgio Perissinotto
expone el caso del español en Alta California, donde la relación entre este
idioma y el inglés ha sido secularmente conflictiva; y, por último, Rainer
Enrique Hamel discute “un tema de gran relevancia contemporánea, al que todavía
no se le presta la atención que merece: el desplazamiento creciente del español
por el inglés en la comunicación científica”.
Lara explica que para
recuperar una lengua se tienen que poner en acción muchas cosas. “Primero,
que la gente quiera. Es decir, si hay un pueblo que decide que ya su lengua no
le interesa y no hace ningún esfuerzo, ésta de seguro se va a perder”.
Y detalla que son varias las
causas sociales que hacen que desaparezca una lengua. “Una es la invasión de un
pueblo por otro; también la opresión económica de otras sociedades; otro motivo
es que una comunidad, por necesidad de asimilarse, abandone su lengua, como
sucede con muchas generaciones de mexicanos en Estados Unidos; el desinterés de
los gobiernos es otra razón de que se pierda una lengua y la muerte de todos
los hablantes de una comunidad”, indica.
El Premio Nacional de
Ciencias y Artes 2013 destaca que se debe lograr que los indígenas sientan
orgullo por su lengua, que lo recuperen. “Se necesitan políticas de Estado, que
éste se comprometa a impulsarlas a través de la educación”.
Anuncia que acaba de terminar
el ensayo Una exploración de la facultad del lenguaje, de 90 páginas; y
que este año ofrecerá, en El Colegio Nacional, 12 sesiones de historia del
español en América. “Nos falta conocer el español de otros países”.