Cabo San Lucas, Baja California Sur. Con un aforo permitido del 40 por ciento en todo tipo de establecimiento permitido, la pandemia de Covid-19 ha mermado las finanzas del sector turístico y comercial del municipio de Los Cabos. Los presupuestos o inversión de restaurantes y negocios, por mencionar algunos, se ven limitados en adquisiciones al tener una oferta con precios elevados, como es el caso de los insumos importados. Ricardo Araoz Gamiño, empresario restaurantero, explicó que la escalada de precios también afecta al cliente final, quien en ocasiones se molesta por la cuenta a pagar en un negocio de servicios.  

“A donde tú vayas, ya son almacenes grandes y ves un cambio enorme en la facturación. Antes con tres mil pesos en los almacenes grandes venías con la despensa para la casa, ahorita sales con ese mismo carro y cuesta seis mil pesos. Lo estamos viviendo en Los Cabos, nosotros los empresarios y los clientes”, explicó Araoz Gamiño.

“Todo nos sale caro, mucho más que en otros lados. Hay muchos problemas en algunas cosas, como mercancía de Estados Unidos, aún y con el dólar sin cambio la mercancía subió de precio. Por la pandemia también cambiaron los aspectos en los compromisos comerciales que teníamos: podíamos pagar en quince días, ahora es comprar hoy y pagar mañana. Esto nos afecta mucho, sin turistas y sin opciones”, continuó Araoz Gamiño. 

Además, es un riesgo a corto plazo el “aventurarse” con créditos bancarios, pues la economía no permite invertir en este tipo de compromisos, agregó el empresario restaurantero de Los Cabos. “Los bancos no están prestando y no nos podemos arriesgar tampoco. Nos cobran, nos embargan, ahora tenemos que salir con lo diario. Sí nos pega bastante, el gobierno federal tampoco nos dio opción: pagas y punto”.