• Con el puro olote.
Hoy, al observar
que al dirigente de Morena Alberto Rentería Santana, la mazorca se le empieza a
desgranar entre sus manos, cada día que pasa me asiste la razón con lo que
escribo --aun sin querer ser reiterativo-- respecto a que luego de que un
partido político obtiene el poder de manera indiscutible, --como es el caso
actual de Morena--, siempre sucede que, una vez que el partido se posiciona,
los más fuertes golpes surgen del interior del partido, y de ahí por
consecuencia vienen los enconos, los desencuentros, las desbandadas. Y por
último el debilitamiento del partido.
No es para
menos. Ya que si recurrimos a la vieja sentencia de que la ropa sucia se lava
en casa, debemos aclarar que lo que debieron haber sido asuntos internos de
Morena, lamentablemente están saliendo a la luz pública. Y todo en detrimento
de un solo personaje: Víctor Castro Cosió.
Incluso me
atrevo a decir que pese a todo lo que diga Alberto Rentería, si de sus manos
cae el último grano de maíz, hay que dar como un hecho que las elecciones del 6
de junio próximo, irremediablemente las perderá y entre las patas se llevará al
mencionado personaje, con el que por cierto, --siendo del todo honestos--,
Rentería no gusta comer en la misma mesa. Dicho de otra manera, jamás ha sido
su gallo.
Por lo pronto,
en las manos de Rentería ciertamente queda la mazorca con varios granos, pero
si las cosas siguen de tumbo en tumbo y de picada en picada, --como van hasta
ahora--, se va a quedar con el puro olote.
Efectivamente en
esa mazorca que aún sigue en las manos de Alberto Rentería, hay muchos granos
que se han caído. Y ninguno podrido. Como Lavinia Núñez Amao, --de quien
hablaré más adelante--; Carlos José Van Wormer Ruíz, Sandra Guadalupe Moreno
Vázquez, Héctor Ortega Pillado, Ramiro Ruiz Flores y Homero González Medrano,
sin descartar a otros que penden de solo un hilito, como son Alejandro Lage
Suárez, quien fue aspirante a la candidatura a gobernador y quien hoy
descalifica el proyecto que encabeza el profe, y de quien molesto, el propio
Castro Cosió ha dicho que Morena “no es un partido donde los puestos se
reparten”.
Los anteriores,
además de Armida Castro Guzmán, Manuel Cota Cárdenas, hijo del
exgobernador Leonel Cota y quien pide a Rentería que primero
renuncie para buscar la diputación federal, ya que, con justa razón dice: “no
puede ser juez y parte”.
Por supuesto que
de este mismo hilito penden: Rubén Muñoz Álvarez, y el propio Leonel Cota
Montaño. Este último, que podría jalar a su hermana Rosa Delia y a su otro
hijo, Leonel, que también están insertos en política, sin descartar a su esposa
Aracely Cárdenas, quien también dispone de capital político tras su
paso por la presidencia del DIF estatal.
Y qué decir del
encono de la presidenta municipal de Los Cabos, Armida Castro Guzmán, que el 28
de enero pasado presentó ante la Unidad Técnica de lo Contencioso
Electoral de la Secretaría Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE),
una denuncia formal, contra el líder del Partido Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena), Alberto Rentería Santana, el presidente del Partido del
Trabajo (PT), Luis Armando Díaz y Pedro Jesús Magallón Juan-Qui, Pedro Jesús
Magallon Juan-Qui Colaborador Estatal en Instituto Nacional de Formación
Política Morena pidiendo que estos personajes no emitan comentarios que ataquen
a su persona; debido a que Rentería ha mencionado que las probabilidades de que
una mujer gane la alcaldía de Los Cabos en el 2021 son casi nulas, dejando
entrever que ha sido víctima de Violencia Política de Género.
Y va más
profundo al pedir al INE que intervenga y evite que Rentería difunda
información falsa sobre el método de elección de candidatos en Los Cabos,
debido a que, éste, hizo mención de una cláusula del convenio de coalición con
el Partido del Trabajo, donde se estableció que, el candidato de Morena, se
enfrentaría en una encuesta ciudadana, al candidato del PT Ernesto Ibarra
Montoya, donde el ganador será el candidato a la alcaldía de Los Cabos. Y
Solicita a Alberto Rentaría y demás dirigentes de Morena que “se abstengan de
seguir reproduciendo información falsa relativa al método de selección de
candidatura para el caso de la presidencia municipal de Los Cabos, pues en
ninguna parte del convenio establece que se realizará una encuesta con los
candidatos que seleccionará el PT, otra encuesta con los candidatos y
candidatas de Morena y finalmente que considere a los candidatos de ambos
partidos políticos”.
Anota que se ha
obstaculizado la precampaña política de las mujeres, impidiendo que la
competencia electoral se desarrolle en condiciones de igualdad para Los Cabos,
“es posible apreciar que los denunciados han obstaculizado mi posible
participación en la competencia en el proceso electoral de BCS. Esto es porque
se han encargado de convencer al electorado de que la candidatura para la
presidencia municipal de Los Cabos debe ser para un hombre. Así, se han
encargado de impedirme competir en el proceso de selección interna en
condiciones de igualdad”.
Dice que se ha
dañado su dignidad en el ejercicio de sus derechos políticos electorales por
sistemáticamente atacarla públicamente con estereotipos de género, “el C.
Alberto Rentería ha insinuado en repetidas ocasiones que pretendo conseguir la
candidatura para la presidencia municipal motivada por emociones y no por el
compromiso que tengo con los ciudadanos para seguir mejorando las condiciones
de vida de todos aquellos que viven en Los Cabos”.
Sin embargo,
caso contrario Ramiro Ruiz, astutamente le prende una vela a Dios y otra al
Diablo, al enviar a su esposa, Lavinia Núñez Amao, al Partido Movimiento
Ciudadano como candidata a la presidencia municipal de La Paz, donde por
supuesto es recibida con los brazos abiertos por el líder Josué Estrada Flores,
pues ella salió de Morena luego de ser fuerte precandidata a la gubernatura,
renunciando a su militancia partidista por considerar a ese partido
antidemocrático, diciendo que: “cuando no te dejan participar, cuando no te
toman en cuenta, cuando te dicen que no tienes perfil para participar, cuando
hay ese rechazo, uno no tiene nada que hacer
ahí”, y lamentó que el partido en el estado haya perdido
el rumbo y faltado a sus principales principios ideológicos de ¡no mentir!, ¡no
robar! y ¡no traicionar!”.
Lo cierto que un
capital político –por pequeño que sea-- que represente un personaje, debe ser
valorado por cualquier candidato o partido político. Pero tal parece que el
líder de Morena se siente tan seguro que desdeña este hecho, como lo viene
haciendo con varios personajes.
Cuidado pues,
que de seguir así el líder de Morena, --repito-- podría quedarse con el puro
olote.
Cuestión de
tiempo.