CIUDAD DE MÉXICO.-Al menos 330 alumnos y profesores del Centro de Educación Artística (Cedart) Frida Kahlo, desalojados de las instalaciones que ocupaban en José María Iglesias 59, colonia Tabacalera, fueron presionados y engañados por la directiva del plantel y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) –que dirige Lucina Jiménez– para aceptar un nuevo inmueble, que antes albergara un call center, en la colonia San Pedro de Los Pinos, pero sin considerar su seguridad ni la opinión de la comunidad estudiantil.

En videoconferencia, explicaron que desde hace 36 días pidieron una reunión urgente con Alejandra Frausto y Lucina Jiménez para revisar el tema, pero no han encontrado respuesta, por lo que, a 45 años de su fundación este Cedart, debería olvidar las rentas y contar con una sede propia.

Definieron el espacio como “una ratonera” o un sitio vulnerable a sismos e incendios –que podría convertirse en una especie de Guardería ABC o de colegio Rébsamen–, apuntó Ericka Carrizales, madre de familia, ya que no sólo es poco accesible y carece de las condiciones mínimas de seguridad, sino que el espacio requiere de rehabilitación e implicaría un pago mensual de casi 575 mil pesos, es decir, cerca de 6.9 mdp al año.

Pero ante el silencio de las autoridades, la comunidad coincidió en que podrían realizar un paro virtual para forzar el diálogo, a lo cual sumaron una petición de apoyo en la plataforma Change.org que ya recabó más de mil 800 firmas.

Desde el pasado lunes, en que se informó el hecho, se solicitó entrevista con Renato Levi García Moreno, titular del Cedart FK, para conocer la versión oficial del tema, pero el INBAL sólo argumentó que “la entrevista está en proceso”.

Durante la videoconferencia, Virginia Arcos Aguilar, docente de Artes Plásticas,  dijo que “rechazamos el inmueble y pedimos a Jiménez y a Frausto que nos den audiencia”.

Y agregó: “Se nos engañó, porque primero nos dijeron que no había inmueble para las nuevas instalaciones y mandaron a los maestros a buscar. Pero ellos ya tenían uno en mente, pues empezaron a buscarlo desde noviembre de 2020, pese a que el dueño (del inmueble de la Tabacalera) les notificó desde 2019 que no renovaría el contrato”.

Arcos reconoció que cuando lograron hablar con el director del plantel, les comentó que vieran cómo le harían para moverse a la nueva ubicación, por lo que acudieron a su sindicato (SINITSEC), porque “nuestra vida y nuestra seguridad laboral depende de donde nos quieren meter, en una caja de zapatos con riesgo de incendio, sin salidas ni ventanas”.

Por su parte, el académico Daniel Espinosa aseguró que “el miedo, la impotencia y el coraje se acrecentó cuando notamos que dicho edificio no cuenta con las condiciones que requiere una infraestructura educativa, según el análisis realizado por una arquitecta de la comunidad de padres, ya que carece de salidas de emergencia, de ventanas suficientes y desconocemos el uso de suelo”.

A esto suma el “que los laboratorios de ciencias y de artes plásticas estarían ubicados en un espacio inaccesible para los cuerpos de auxilio, por lo que no podrían intervenir en caso de incendio; y los techos, al ser de lámina provocarían que el inmueble se sobrecalentara”.

Los centros de educación artística (Cedart) son bachilleratos de artes y humanidades que forman parte del INBAL y son reconocidos por la Unesco. Este modelo cuenta con 12 planteles en México, de los cuales tres se ubican en la CDMX.

Según la encuesta realizada en el Cedart FK, en caso de concretarse el cambio de inmueble a San Pedro de Los Pinos, 81.5% de la comunidad estudiantil incrementaría su tiempo de traslado y el 37% tendría que desertar.

Los profesores revelaron que presentaron a la directiva dos propuestas factibles –uno por 200 mil pesos mensuales en la colonia Tabacalera, y otro en la colonia San Rafael por 400 mil pesos–, pero tampoco fueron tomados en cuenta.

Por la noche, el INBAL emitió un comunicado en el que reconoció que revisarán las propuestas de otros inmuebles viables para su arrendamiento.