San José del Cabo, Baja California Sur. Durante los meses en que se ha desarrollado la pandemia de Covid-19, un panorama escalonado de desesperación es el que se mantiene en cierto sector de la población, y cuyo reflejo es la presencia de pepenadores callejeros. 

Diariamente se puede observar a estas personas recorriendo las calles y colonias de la ciudad en busca de chatarra metálica que posteriormente llevan a establecimientos que pagan por este tipo de materiales, obteniendo un poco de dinero para solventar necesidades encontrando un modo de subsistir ante estos tiempos de crisis. 

De aspecto desaliñado, soportando las frías mañanas y sorteando el tráfico de vehículos, es como lucen algunos pepenadores callejeros, y por su apariencia hasta suelen criminalizarlos son generadores de quejas ciudadanas cuando se les observa realizando jornadas de búsqueda de materiales metálicos en colonias. Desechos de refrigeradores, piezas de estufas viejas, lavadoras, televisores descompuestos, latas de aluminio y todo aquello que les pueda servir es recogido para posteriormente convertirlo en solvencia económica. 

Quienes realizan la pepena informal, incluso han recurrido a algunas técnicas para facilitar el traslado de materiales que recogen durante los recorridos, ya sea improvisando armazones con ruedas o fabricando sus propios carros pequeños.   

Los pepenadores callejeros también son un reflejo de la crisis que aún mantiene la pandemia de Covid-19, formando parte de los diferentes escenarios y panoramas lastimosos que pocos voltean a ver, pero, aun sabiendo que se trata de una despiadada realidad que detona un problema social, día con día se juzga. 

En el municipio, se estima que actualmente hay unos 150 pepenadores “autorizados” para poder realizar esta actividad, particularmente en basureros municipales, mientras que quienes se dedican a la pepena callejera forman parte de ese sector que desarrolla la actividad de manera informal, y parecería que con el transcurso de la pandemia se muestra más evidente.