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Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

La poesía y el ensayo, géneros que define Santiago Kovadloff como “imprescindibles”

• Para el escritor y filósofo argentino los géneros, tienen que ver con “el deslumbramiento repentino que produce el descubrimiento de algo” y con “cosas ordinarias que se vuelven luminosas”

La poesía y el ensayo, géneros que define Santiago Kovadloff como “imprescindibles”

CIUDAD DE MÉXICO.

Para el escritor y filósofo argentino Santiago Kovadloff (1942), la poesía y el ensayo, géneros que define como “imprescindibles” y que practica desde 1978 y 1993, respectivamente, tienen que ver con “el deslumbramiento repentino que produce el descubrimiento de algo” y con “cosas ordinarias que se vuelven luminosas”.

El ensayista y poeta, que acaba de ganar el VII Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña 2020 que otorga la Academia Mexicana de la Lengua, afirma en entrevista que los géneros literarios “son para quien se siente dispuesto a disfrutar de un placer enorme y una dificultad constante” al explorarlos.

Vía telefónica desde Argentina, comenta que siempre hay algo que aprender cuando se emprende la creación de una obra. “Se ha pensado que la poesía es el corazón de la literatura, por la intensidad expresiva que alcanza. Pero yo preferiría no ser excluyente. Todo escritor sabe que el género que cultiva tiene los requisitos para que se convierta en una expresión intensa”.

El filósofo por la Universidad de Buenos Aires explica que “las cosas que deslumbran a un poeta no necesariamente son extraordinarias, sino que son cosas ordinarias que pierden pasividad, pierden inmovilidad, oscuridad, y se vuelven luminosas.

La riqueza que estaba velada por las costumbres, el prejuicio y la indiferencia, y que al ser derrotada por ese descubrimiento asombroso le devuelve una significación hasta entonces inédita”, agrega.

El autor de 11 poemarios y 12 títulos de ensayo destaca que le gusta este segundo género como expresión de una reflexión íntima. “Para escribirlo hay que tener en cuenta tanto las consideraciones sociales como las de la vida propia. Las fronteras rígidas del ensayo político, literario o filosófico no me resultan muy provechosas. Prefiero la textura híbrida del ensayo. Al expresarnos de forma personal, vamos dando puntadas filosóficas, políticas, subjetivamente ricas de la vida cotidiana”.

Dice que advierte cuando una idea surge abruptamente y pide un tratamiento ensayístico. “Igual que un par de palabras o una línea puede sugerirnos la necesidad de componer un poema, hay ideas que brotan de forma quizá difusa, oscura, brumosa, pero suficientemente sugestiva como para saber que ahí está el germen de un ensayo”.

El autor de Zonas e indagaciones (1978) y El silencio primordial (1993) explica que el ensayo es un género que académicamente ha sufrido desdén y descalificación, porque se reemplazó por la monografía. “Se tiene la idea de que es demasiado subjetivo como para tener valor científico. Lo cierto es que no aspira a eso. Es la conjugación en primera persona de un tema que nos apasiona o interesa”.

El también traductor y amante de la música ha abordado temas como el silencio primordial, la diáspora judía, la figura de Moisés como expresión del espíritu trágico del judaísmo, los profetas en el Israel antiguo, la relación entre ética y política y temas de la vida cotidiana.

EL PORTUGUÉS Y NUEVAS OBRAS

Para el traductor al español de la obra del portugués Fernando Pessoa, suya es la primera versión completa del Libro del desasosiego (2000), el luso no es otro idioma. “Yo sucedí, ocurrí, en portugués, porque viví en Brasil de los 14 a los 20 años. Se convirtió en una lengua urgente, la necesitaba para convivir con mis compañeros, realizar mis estudios, salir con mis amigos. Es un idioma entrañable, otro modo de estar en el mundo”.

Kovadloff indica que ahora trabaja en la composición de un diálogo político sobre la democracia argentina que espera terminar a finales de enero. “Es una conversación en temas y capítulos, un retrato de los desafíos que enfrenta la democracia republicana, el auge del populismo y lo que compromete el porvenir constitucional del país”.

Detalla que escribe además un nuevo poemario. “Digamos que va creciendo oscuramente, porque en realidad no hay libro de poemas. Uno reúne en un ejemplar 30 o 40 poemas, pero en rigor cada poema es un mundo y no hay necesariamente una evolución argumental, cada uno es una totalidad”.

Y desarrolla un ensayo sobre el filósofo francés Michel de Montaigne.