• La mayoría de ellos ha preferido laborar en clínicas privadas, al parecer porque las condiciones de trabajo son más favorables que en el sector público
Ciudad de mëxico
Ante la solicitud de licencias de
incapacidad por parte de trabajadores de la salud que son vulnerables ante el
Covid-19, encontrar a médicos que los sustituyan ha sido un proceso difícil,
pues el número de especialistas en el país es muy limitado y la mayoría de
ellos ha preferido laborar en clínicas privadas, al parecer porque las
condiciones de trabajo son más favorables que en el sector público.
Así lo advirtió Valentín Herrera
Alarcón, director del Hospital “Adolfo López Mateos”, del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSTE), donde
alrededor de 500 empleados –equivalente a una tercera parte de su plantilla
laboral—han tenido que dejar temporalmente sus puestos por pertenecer a grupos
que están en mayor riesgo frente a la pandemia.
En entrevista con La
Jornada, el experto en cirugía cardiaca señaló que uno de los mayores retos que
ha debido enfrentar el hospital a su cargo ha sido el encontrar al personal
suficiente para seguir atendiendo a los pacientes de Covid-19, sin descuidar
tampoco a quienes sufren otras dolencias, quienes no han dejado de acudir al
nosocomio.
De los cerca de mil 400
trabajadores del hospital, detalló, alrededor de 450 o 470 están resguardados
por ser especialmente vulnerables ante el coronavirus, y “contratar (a quienes
los sustituyan) ha sido difícil, aunque hemos tenido el apoyo del gobierno
federal”.
Herrera indicó que la complejidad
de la labor se debe a que “no hay tantos intensivistas. Se gradúan muy pocos
cada año y muchos de ellos fueron absorbidos por los hospitales privados en
esta emergencia. Yo no sé si se les dieron mejores condiciones de trabajo, pero
se fueron”.
Personal
cansado
El proceso de sustitución de
trabajadores “sí se ha logrado, pero en menor número, y obviamente el personal
ya está cansado y emocionalmente afectado. Nos dan oportunidad de contratar,
pero la verdad es que no hay intensivistas, anestesiólogos e internistas que
estén esperando a ser contratados. Tenemos plazas para ocuparlas, sólo que no
hay quien venga”.
De acuerdo con Herrera, en estos
días el hospital “López Mateos” tiene unas cien camas de atención Covid
disponibles y un número similar ocupado, y aunque la crisis sanitaria sigue
siendo grave, el número de pacientes que llega a recibir atención bajó de forma
notable, debido a la menor circulación de personas en la calle por el “semáforo
rojo” en la capital del país.
“En la peor etapa llegaban unos
24 o 25 pacientes diarios para internamiento, de un total de 40 o 50 que
llegaban a consulta, y ahorita estamos viendo que en estos días llegan
alrededor de siete diarios para internamiento, y el doble o triple para
consulta o prueba de detección PCR, pero en buen estado”, afirmó.
Luego de que un grupo de médicos
y enfermeras señalara que en el hospital no ha habido una separación adecuada
de áreas Covid y no Covid, Herrera Alarcón descartó que existan fallas en ese
sentido e indicó que el proceso de conversión y desreconversión se ha llevado a
cabo de manera segura y con capacitación suficiente para el personal.
“Creo que es entendible la
inquietud del personal, porque es algo a lo que no le hemos visto fin, no
podemos decir ‘se acaba en una semana y ya’, y eso crea mucha angustia, cambios
emocionales y de personal: algunos se vuelven depresivos, otros se vuelven
agresivos, otros quizá indiferentes”, manifestó.
Herrera destacó que aunque el
servicio de consulta externa cerró parcialmente, “las urgencias nunca se
detuvieron. Insistimos mucho en que el personal médico que no contara con el
equipo de protección personal, no podía entrar en ninguna área, se le negaba
rotundamente”.
De igual forma, el especialista
recordó que las decisiones de cómo administrar el hospital “no las toma un
servidor solamente: lo hacemos el grupo colegiado al que llamamos junta de
gobierno, donde se somete a votación una u otra posibilidad de conducta
terapéutica a seguir. Pueden ser rechazadas, mejoradas o completamente
cambiadas por otras, y eso no se hace de forma unilateral, sino con este grupo
colegiado”.