• Al menos 100 obras en cavernas, con cinco mil años de antigüedad, fueron vandalizadas en Mitla, Oaxaca
Al
menos cien fragmentos de pinturas rupestres ubicadas en la cueva conocida como La Cueva de las Pinturas,
en Mitla, Oaxaca, con más de cinco mil años de antigüedad, fueron dañadas por
desconocidos, sin que hasta el momento se haya identificado a algún
responsable, debido a que el atentado al patrimonio cultural sucedió durante
las fiestas de fin año, cuando se redujo la vigilancia pagada por los propios
comuneros de la zona.
Así lo observaron los
investigadores estadunidenses Elvira Durán Medina y David Bray en entrevista
con Excélsior, quienes el 14 de diciembre de 2020 visitaron dicha cueva y otras
aledañas para apreciar los vestigios pictóricos.
Sin embargo, al volver dos
semanas después, el 2 de enero pasado, y tomar nuevas fotografías descubrieron
afectaciones graves en los vestigios de La Cueva de las Pinturas.
Por su parte, el Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) confirmó la existencia de
daños en La Cueva de las Pinturas, pero no amplió la información debido a que
trabaja en el dictamen de las cuevas rupestres y será en los próximos días
cuando informe las dimensiones exactas y la gravedad de los daños, determinando
si éstos son reversibles y cuál sería el costo de su restauración.
Para nosotros fue muy impactante
ver los daños, porque habíamos estado pocos días antes y tenemos las fotos, así
que es impactante que algo tan importante fuera dañado de esa manera. Y aunque
es una cueva relativamente pequeña, sí tenía muchas pinturas con una
descripción visual impresionante”, expresó Elvira Durán, académica del Centro
Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
(CIIDIR).
Y aseguró que los comuneros encargados de la zona también
fueron sorprendidos por la vandalización sufrida.
Cuando nos dimos cuenta del
problema, me dio la impresión que ellos también se estaban enterando y les tomó
por sorpresa porque había otros turistas demandando el acceso. Mi impresión es
que no tenían claro qué hacer y pareciera que no hay una relación estrecha con
el INAH”.
De acuerdo con uno de los
expertos en la zona, La Cueva de las Pinturas tiene un registro de al menos 200
representaciones, algunas de las cuales no son de gran tamaño, sino pequeños
diseños que utilizan la orografía de la cueva para representar algo, con lo
cual en ésta hay representaciones de diferentes dimensiones, estilos,
instrumentos y colores”.
¿Es verdad que la afectación a
estas pinturas es de 80 por ciento? “Es una apreciación visual y no una
valoración técnica. Pero en esta apreciación, podemos decirte que, desde 30
centímetros del suelo hasta un metro y medio de altura, alguien rayó
sistemáticamente la gran mayoría de las pinturas, y sólo las que no estaban tan
accesibles (por la altura), no fueron afectadas. Pero sí lo hicieron con las
que estaban al alcance y prácticamente no dejaron alguna intacta”.
Por su parte, David Bray,
académico de Colegio de Ciencias y Artes y Educación de Florida,
señaló que a simple vista la cueva tiene un gran número de pinturas –que los
expertos calculan en poco más de 200–, “así que es una cueva muy rica y no creo
que existan muchas con estas características”.
Y consideró que es un atentado
grave contra el patrimonio nacional y mundial.
No sólo es un crimen contra el
patrimonio arqueológico de México, sino contra la humanidad. Es como si alguien
entrara en las grutas de Lascaux, en Francia, que es mucho más antiguo (con 14
mil años de antigüedad), y a reserva de lo que digan los expertos, forman parte
del arte rupestre más antiguo de México. Es un crimen tremendo”, añadió.
Además, Durán, quien ha recorrido
pinturas rupestres en Oaxaca y Guerrero, reconoció que le angustia el hecho de
que autoridades como el INAH no hayan acudido de inmediato a conocer y evaluar
las afectaciones.
Es angustiante, porque
posiblemente hay técnicas por profesionales para su restauración, pero en
verdad las han dañado y quien lo hizo, posiblemente, no tiene idea de lo que
representan. Nadie que lo tenga sería capaz de hacer eso”, finalizó.
Para prevenir futuros daños en
otras cuevas con pintura mural, en Mitla, explicó Elvira Durán, no hace falta
que el INAH envíe a una autoridad o a un experto que imponga un modelo de
trabajo, sino a alguien que colabore con los comuneros de la zona.
En este momento en que los
comuneros se han apropiado del espacio, no debería ser la autoridad quien
llegara y les dijera lo que no son los indicados o capacitados técnicamente
para manejar el sitio”, dijo.
Sino más bien, “que la autoridad
los empodere, porque ellos tienen un esquema de organización, pues como guías
te van contando los componentes naturales y aspectos de su ambiente, la
historia de uso que se dio a dichas cuevas, las creencias locales, es decir,
ellos te cuentan lo que han aprendido en el campo con los arqueólogos”.
Recordó que la Comisión Nacional del
Medio Ambiente (Conam) “les otorga un recurso muy magro
para que puedan dedicar días a hacer algunos recorridos en el bosque y poner
letreros, mantener la vigilancia y el monitoreo”.
Así que “en este caso, le sale
más barato al gobierno que les apoye con una reja en esta cueva, tener una
cámara de vigilancia, iluminación y darles un apoyo para que ellos mismos
protejan y dediquen más esfuerzo a controlar los accesos a pie y en vehículo”,
abundó.
No diría que los comuneros estén
haciendo mal su tarea, sino que en las condiciones actuales están expuestos
porque sus recursos no alcanzan”, concluyó.